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PABLO CALVO
Martes, 30 de octubre 2007, 18:19
Ángel entró ayer sobre las nueve y media de la mañana en el aula de 4º C de Secundaria, en el instituto Norba Caesarina de Cáceres. Estaban en clase de dibujo. El profesor le saludó, aunque le extrañó verlo allí porque no pertenecía a ese grupo; Ángel, de 16 años, está repitiendo cuarto en el grupo D. Tras el saludo, el profesor le dio la espalda para atender a otro estudiante, y lo siguiente que recuerda es verse cogido del cuello por Ángel, mientras con el otro brazo el alumno intentaba clavarle en el costado un cuchillo de grandes dimensiones, «más ancho que un cuchillo jamonero, y con más pico», según relata el profesor, que ha pedido permanecer en el anonimato.
El profesor logró frenar el brazo del alumno cogiéndolo de la muñeca cuando se aproximaba.
«En ese momento me quedé como sordo, no recuerdo escuchar nada, sólo veía que iba con el cuchillo a clavármelo en el costado, pero él se suele mover lento. He tenido que sacar bastante fuerza porque es un chico fuerte, pero en una situación así reaccionas de manera especial. Con la mano libre que me quedaba le agarré su muñeca y dos alumnos se abalanzaron entonces sobre él».
Ángel y otro de los alumnos sufrieron leves cortes en las manos, de las que fueron atendidos en el propio instituto. Una vez que le quitaron el cuchillo, el joven permaneció parado en medio del aula, sin hacer nada. «No aparentaba nerviosismo, parecía tranquilo. Estuvimos allí con él hasta que llegaron sus padres, con el consiguiente disgusto para la familia», afirma el profesor, que une a su condición de docente la de pintor con una importante trayectoria artística. «Estoy tranquilo, quizás esta noche cuando me acueste lo recuerde peor», aseguró ayer a este diario.
Pese a esta reacción del profesor, en el aula se produjeron inevitables chillos y algunos llantos por parte del resto de estudiantes de 4º C, que no tuvieron más clases durante la jornada. Algunos profesores tuvieron con ellos una charla en cafetería, y, en la medida de lo posible, el resto del centro intentó seguir con la jornada habitual.
El instituto Norba Caesarina presentó denuncia en Comisaría, y el profesor agredido prestó declaración sobre los hechos ocurridos. El suceso también fue comunicado a la Delegación Provincial y a la Consejería de Educación.
Una vez que se personó su familia, Ángel fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Provincial de Cáceres. Según fuentes consultadas, es un joven que ya se encontraba en tratamiento psicológico y que faltaba a menudo a clase por este motivo.
En la mochila
El cuchillo, tan nuevo que aún era visible la etiqueta a medio despegar de su precio, lo extrajo de su mochila tras saludar al profesor. Desde el primer momento, sin embargo, ha quedado descartado que tuviera algún tipo de animadversión personal contra el docente agredido, que le conocía porque le daba clases en otro grupo. «Al contrario, la familia me ha dicho que venía a Dibujo porque era de las cosas que más le gustaban», señala el docente. La madre de Ángel se fundió en un abrazo con el profesor cuando llegó al instituto.
En el Norba Caesarina reconocen que el alumno mostraba un comportamiento extraño, «muy aislado y solitario». Apenas hablaba con otros compañeros. No obstante, nunca hasta ayer había manifestado un comportamiento violento ni había tenido problemas con otros alumnos o profesores.
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