El Cáceres quiere salir de dudas

Dos derrotas en las dos últimas jornadas no han conseguido desarmar al Cáceres, aunque el grupo de Fede Pozuelo sabe que la única forma de reconducir la situación es con un triunfo. Y lograrlo es el reto más inmediato de un equipo que cayó con dignidad en Vic y que una semana antes se desangró físicamente ante el Tarragona después de ir ganando por 16 puntos. Las lesiones han alterado los planes de trabajo y hasta las posibilidades de un combinado que empezó la Liga casado con la victoria (cuatro de cuatro) y que en los últimos encuentros apenas ha podido reunir siete jugadores en condiciones sobre el parqué. Ni Ortiz, ni Patten, ni por supuesto Valdivieso están totalmente recuperados, aunque los dos primeros han hecho esfuerzos para tratar de llegar a contrarreloj a la cita de hoy (21.00 horas. Multiusos).

El peligro del Básquet Muro parece triple, pero todavía es mayor. El tridente formado por los exteriores Israel Pampín y Jeff Bonds y el pívot estadounidense Eddie Cage aparece como la principal amenaza de un conjunto que en las tres últimas jornadas ha sumado dos triunfos (Cornellá y CAI Huesca).

Bonds, un alero de 1.98 m, es el jugador más valorado de la plantilla, además de su máximo anotador (casi 16 puntos de media). Pampín, que juega de escolta, es el segundo mejor jugador en la valoración de la plantilla del Muro, que presenta por dentro la aportación de Eddie Cage, un pívot de 2.03 que ejerce de máximo reboteador, e Íker López, con el que Fede Pozuelo, ahora técnico del Cáceres, coincidió en Lliria. Pampín fue uno de los destacados de la pasada jornada con 23 puntos, mientras que Bonds es el único protagonista del partido de hoy, por ambos equipos, que aparece en el Top de los máximos anotadores.

Afición fiel

Como apunte estadístico, ningún jugador del Cáceres o del Muro figura entre los más valorados de la Leb Plata.E l base Sergio Riera, a su vez, es el tercer jugador más efectivo de la categoría en el tiro de dos, con un porcentaje del 75 por ciento.

Estadísticas al margen, la victoria se plantea como un bien de primera necesidad para ambos. Los visitantes buscan prolongar su reacción y escalar posiciones. El Cáceres trata de reafirmarse. Para ello necesitan sumar, más allá de los condicionantes físicos o de las dudas que puedan haber generado las dos últimas derrotas. El partido permitirá, otra vez, medir la fidelidad de una afición que por ahora ha demostrado estar vacunada contra la depresión. De eso ya supo mucho en otros tiempos, y ahora se propone disfrutar.