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Una de las cámaras instaladas en la Plaza de España observa todo lo que acontece.|CASIMIRO MORENO
La futura red de cámaras de tráfico podrá servir para multar a distancia
BADAJOZ

La futura red de cámaras de tráfico podrá servir para multar a distancia

Actualmente hay ocho cámaras de seguridad vial observando las principales avenidas de la ciudad La que está en pruebas en la Plaza de España se maneja desde un Pc y puede tomar fotos que sirven de prueba

J. LÓPEZ-LAGO

Lunes, 17 de diciembre 2007, 14:27

Un zoom hacia delante, hacia atrás, un barrido de izquierda a derecha, giro total de 360 grados, ... Ángela Nieto es quien maneja con un joystick las siete cámaras que el Ayuntamiento tiene actualmente repartidas por puntos estratégicos de la ciudad. Pero esta forma de proceder es ya el pasado. La octava está en pruebas y se maneja desde un ordenador. Ése es el futuro.

Nieto asegura que jamás ha visto por las pantallas saludar a nadie, lo que da una idea de la discreción con la que estos 'ojos' cumplen su cometido. En pocos meses esos apéndices de los agentes de tráfico se multiplicarán y tendrán una función que irá más allá de la mera observación.

Ella tiene su puesto de trabajo en la comisaría de la Policía Local de la calle Montesinos, pero ni va de uniforme ni es una agente del orden. Pertenece a la empresa SICE, con la que el Ayuntamiento de Badajoz tiene contratado el mantenimiento de los más de 300 semáforos de la ciudad. El seguimiento de lo que ocurre en las principales avenidas por medio de cámaras es un servicio extra muy útil.

José Antonio Monago, concejal de Tráfico y de Seguridad, asegura que estas cámaras no son para videovigilancia, sino exclusivamente para control vial. Aunque pueden grabar, no lo hacen, sólo sirven para detectar atascos o situaciones excepcionales en el tráfico rodado y poder enviar efectivos si fuese necesario. No obstante, nadie oculta que estas cámaras han servido para seguir los pasos de algún delincuente que huía tras más cometer un delito.

Entre la videovigilancia policial y la seguridad vial hay un punto intermedio que Monago quiere empezar a aplicar esta legislatura. Se trata de tomar fotos de vehículos mal estacionados y adjuntarla con los boletines de denuncia. Los paseantes más curiosos se habrán percatado de que hace un mes que la Plaza de España cuenta con una segunda cámara. Está en pruebas y es la fase inicial de un proyecto que el Ayuntamiento quiere sacar adelante en los próximos meses aprovechando los últimos avances tecnológicos. Si hasta ahora el seguimiento de lo que captan la cámaras sólo podía hacerse desde la habitación de la comisaría de Policía Local donde existe una consola con varias pantallas, en estos momentos desde cualquier ordenador personal autorizado por una clave secreta es posible saber lo que ocurre en la Plaza de España. Lo que ha cambiado el campo de San Juan desde 1948, cuando George Orwell escribió su '1984' con el Gran Hermano como protagonista invisible y omnipresente.

Monago hizo la demostración esta semana. Abrió el programa desde su ordenador, localizó la cámara situada frente a la papelería La Minerva y escudriñó la Plaza de España. Detuvo la mirada en los coches estacionados ilegalmente. Con el ratón acercó la cámara hasta el morro de un Fiat rojo y con un golpe de click obtuvo la foto de su matrícula, una prueba válida que en tres segundos salió por la impresora.

«La estamos probando solamente porque no sabemos qué resolución da con niebla, de noche o cuando hay refracción. No graba porque no es nuestra intención, pero las fotografías que toma tienen validez jurídica. Dentro de poco sacaremos a concurso la instalación de una red de cámaras de control vial, pero queremos que funcionen usando la fibra óptica que ya hay desplegada por la ciudad (cuanto mayor es el ancho de banda más calidad se obtiene en tiempo real) o inalámbricas, algo en lo que creo que seríamos pioneros en España. La ventaja de una cámara inalámbrica es que podemos ponerlas y quitarlas en momentos puntuales y como los báculos de las farolas son municipales pueden servirnos de soportes. Te pongo un ejemplo, podríamos llevarnos la cámaras a los accesos de la Feria de San Juan para ver cómo está el tráfico».

Además de intersecciones clave en el tráfico, los parques de Badajoz son también futuros objetivos de estas cámaras de fabricación sueca. Dice el concejal de Tráfico que hay muchas quejas ciudadanas sobre la invasión de ciclomotores en estos espacios verdes. «Sólo nos importa eso, que los vehículos no circulen por los parques, lo que se haga allí es algo que nos da igual».

Al contrario que las cámaras de videovigilancia, de las que en Badajoz no hay ninguna autorizada, o las cámaras de seguridad particular que ofrecen empresas especializadas para recintos privados, en el caso de las cámaras destinadas a vigilar el tráfico no es necesario advertir su presencia mediante cartelería alguna, como se encarga de recordar un dictamen de la Secretaría General del Ministerio del Interior que fue solicitado en 1999 por la Dirección General de Tráfico, que empezaba a desplegar cámaras por todas sus carreteras y no quería entrar en conflicto. Tomar planos generales, que sólo informen de lo que pase en directo y por tanto no graben o que las personas que manejan estos equipos estén debidamente formadas y acreditadas son algunos de los requisitos para su empleo.

En cuanto a la red de cámaras inalámbricas que el concejal de Tráfico quiere implantar en Badajoz en los próximos años, Monago no descarta que su control desde un ordenador reemplace a la habitación con la consola de la comisaría y sean policías en segunda actividad los que se hagan cargo de esta herramienta. Según dice, gracias a estas cámaras móviles el servicio gana en eficacia. «Si recibimos una llamada de un vecino que dice que en el parque de Las Vaguadas está ocurriendo algo, cuando llega la dotación policial puede ser tarde. La cosa cambia bastante si estamos viendo el parque en tiempo real».

Cada vez más cámaras

Es evidente que no son las únicas cámaras de la ciudad. Además de las que se encargan de vigilar los edificios institucionales, empresas de todo tipo, negocios, guarderías y urbanizaciones privadas ya las instalan.

En Segurex, una empresa de seguridad de El Nevero, indican que cada año la demanda de videocámaras se incrementa en un 80%. Ahora toca las incorporan los domicilios particulares, que por 1.800 euros pueden disponer de tres cámaras repartidas por los accesos que si son instaladas por empresas especializadas de modo adecuado pueden valer como pruebas ante posibles robos. «Aunque la cámara en sí ya es un elemento disuasorio», indica el jefe técnico de Segurex que vaticina un espectacular incremento de este recurso teniendo en cuenta que la calidad del servicio y los precios bajan cada año.

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