El Forma Cáceres se quita el traje de perdedor en cinco minutos

Cinco minutos fue el tiempo que necesitó el Forma Cáceres para quitarse el traje de costumbre, el de perdedor, el de equipo que juega como nunca y pierde como siempre, negado ante la fortuna y ante sí mismo. No fue el caso ayer, aunque la primera mitad, con cuatro balones a la madera y un sinfín de ocasiones perdidas, anunció los peores presagios. Con 1-1 y el miedo en el cuerpo, el grupo de Gustavo Montero hizo los deberes con una mezcla de acierto y de suerte, la misma que se le ha negado sistemáticamente hasta ahora. Suerte y Antonelli. El argentino se reivindicó con un encuentro completo y fue fundamental en la victoria, la primera desde el mes de noviembre, con sus dos tantos. El Forma sucumbió a la presión asfixiante de los madrileños, que se fueron al vestuario con 1-0 en contra (Cassio, minuto 9).

El empate de Rubén López disparó todas las alarmas y rememoró los peores momentos. La Liga está cargada de contratiempos para este Forma de moral frágil. Ayer, sin embargo, en cinco minutos llegaron tres goles y se finiquitó el asunto. Curiosamente, el determinante 2-1 de Carlos Sierra, tras una acción de Antonelli, se produjo cuando más apretaba el Detecsa y más inseguridad mostraban los locales.

Cambió el partido y la puesta en escena fue diferente. Un portero como Luisma Haro también ayuda.

Remató la faena Raúl Rodríguez de doble penalti y se oyeron 'olés'. No hubo noticias de Bole (reivindicado por el público), de Barroso, de Mario, ni de Masa. Tampoco de Thiago Paz, en pista, ausente de la goleada y protagonista de un doble penalti que se fue al cielo del Multiusos. Buena victoria y pocos efectivos para el reto de la permanencia.