

Secciones
Servicios
Destacamos
P. CALVO P. C.
Domingo, 6 de abril 2008, 11:58
Estudiar lo justito y un poco a última hora, fiándose de la memoria. Es lo que caracteriza a los alumnos de la Universidad de Extremadura. La mayoría prefiere aprobar con un cinco que aparecer en la relación de premiados fin de carrera. El Ministerio de Educación y Ciencia ha concedido a la profesora extremeña Pilar Cañamero Sánchez uno de los dos premios nacionales de Investigación Pedagógica 2007 por su estudio sobre las motivaciones y los factores emocionales que influyen en la trayectoria de los estudiantes universitarios. El resultado no es para saltar de alegría.
«El principal objetivo que manifiestan los universitarios extremeños es obtener las mínimas calificaciones posibles para aprobar, cumpliendo con los requisitos básicos de la tarea y recurriendo al aprendizaje memorístico».
La conclusión obtenida es clara, y la muestra recogida para elaborar el estudio muy amplia. Una de las virtudes principales del trabajo, elaborado inicialmente como tesis doctoral (cum laude por unanimidad en la Universidad de Salamanca, bajo la dirección de la catedrática de la Uex Emilia Domínguez), es precisamente el elevado número de participantes, 1.956 universitarios de todas las titulaciones que se imparten en los cuatro campus, además de Almendralejo. Educación ha reconocido el rigor del estudio llevado a cabo y su enfoque: se analizan las motivaciones, pero también dimensiones emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión que pueden sufrir los alumnos.
«No quiero que se enfade nadie, pero ése es el resultado que ha salido», asegura con cierta timidez Pilar Cañamero. Reconoce que su impresión personal es que los universitarios «demuestran una actitud más o menos pasota, hasta que no tienen mas remedio que estudiar».
Espabilan
De todas formas, también evolucionan. Su interés por la carrera que están cursando y por las calificaciones que pueden lograr es más superficial al inicio, y se va haciendo más profundo conforme llegan a los últimos cursos o si ya acumulan un determinado número de años en la Universidad. «Hay una tendencia al abandono del enfoque superficial conforme se permanecen más años en la institución», porque presiona la familia, o se les agotan las convocatorias de exámenes o simplemente maduran y espabilan. «Conforme el alumno avanza en edad, el enfoque se hace más profundo», insiste la autora, que cita a los estudiantes de 26 años en este grupo.
Dentro de esta conclusión general, el trabajo de investigación pedagógica de Cañamero refleja otras variables. Así, las mujeres estudian más que los varones. «Se constata que ellas no sólo hacen más cosas para estudiar, sino que también las cosas que hacen son más eficaces y utilizan además mejores hábitos de estudio»
Por carreras, se desprende que las económicas-administrativas (Derecho, Gestión y Administración Pública, Administración y Dirección de Empresas...) acumulan más estudiantes dispuestos sólo a aprobar, aunque sea de forma raspada, mientras que presentan una mayor motivación los que cursan carreras de Ciencias Sociales y Humanidades, de contenido quizás más intelectual.
Respecto a los hábitos de estudio, los universitarios extremeños disponen de lugares adecuados para su formación, pero «no planifican todo lo bien que deberían su estudio». Es decir, no acostumbran a confeccionar un horario de estudio personal y no incluyen todas las asignaturas en dicho horario.
Esta ausencia de planificación conduce a un grave resultado: «Sólo el 32% asimila adecuadamente los contenidos» de las materias que estudia. De hecho, se aprecia una correlación entre los universitarios más planificadores y los que obtuvieron una mayor nota media en el COU o en Bachillerato.
El estudio premiado por el Ministerio de Educación también concluye que las universitarias padecen mayores niveles de ansiedad que ellos, tanto de forma transitoria como en un rasgo de su personalidad. Esta ansiedad de la mujer, sin embargo, no suele repercutir en unos peores resultados en los exámenes.
Los estudiantes más novatos, los de primer curso, también padecen mayor ansiedad que los de los últimos años de carrera, y lo mismo sucede con aquellos que manifiestan un grado de satisfacción bajo con lo que están cursando. Los más serenos, por ejemplo, son los estudiantes de titulaciones técnicas.
Respecto a otro rasgo emocional, la depresión, se constata que apenas se da entre los universitarios extremeños. El 71% manifiesta un grado normal y menos del 1% (0,87%) padece síntomas graves de depresión. La mujer es más depresiva que el varón y, en general, se manifiesta cuando el rendimiento en la carrera es bajo.
Pese a todo, se concluye que los estudiantes de la Uex son optimistas, ya que menos del 4% dice estar poco satisfecho con su rendimiento académico.
Además, los que tienen un concepto más alto sobre sus posibilidades académicas son, efectivamente, los que demuestran estar más motivados en sus estudios, los que utilizan mejores estrategias, organizan de mejor modo su estudio y tienen menos ansiedad. Es decir, la autoestima influye.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.