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Corbacho, tras recibir la noticia. / EFE
El emigrante que alcanza un ministerio
CELESTINO CORBACHO MINISTRO DE TRABAJO

El emigrante que alcanza un ministerio

«Si ya sabía yo que llegaría a algo grande». María Corbacho era una mujer que rebosaba, a partes iguales, alegría y orgullo. Desde las primeras luces del día y hasta el atardecer. Sus vecinos en Valverde de Leganés (3.800 habitantes, a 25 kilómetros de Badajoz y a 60 de Mérida) no dejaron de felicitarla.

CELESTINO VINAGRE

Domingo, 13 de abril 2008, 13:15

«Si ya sabía yo que llegaría a algo grande». María Corbacho era una mujer que rebosaba, a partes iguales, alegría y orgullo. Desde las primeras luces del día y hasta el atardecer. Sus vecinos en Valverde de Leganés (3.800 habitantes, a 25 kilómetros de Badajoz y a 60 de Mérida) no dejaron de felicitarla. María, la nieta de Celestino y de María, la hija de Francisco, era ayer, sobre todo, la sobrina de un ministro, Celestino Corbacho Chaves, nacido en la valverdeña calle Argüelles un 14 de noviembre de 1949 y que, tras 32 años dedicado a la política desde Hospitalet de Llobregat, es el nuevo titular del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

«Fue el primer pregonero de las fiestas del pueblo pero eso ya es historia. Algo habrá que hacer ahora, ponerle su nombre a alguna calle o a alguna instalación porque, desde luego, no siempre un pueblo tiene el lujo de tener un ministro», añade su amigo médico y alcalde valverdeño, Baldomero Jimeno, sobre el que ya se ha convertido en el emigrante más ilustre de la localidad.

Es el pueblo al que nunca Corbacho ha dejado de venir desde que en 1963 cogiera las maletas y, con una mano adelante y otra atrás, se lanzara a la aventura, obligado por la necesidad de vivir, camino de Cataluña.

El nuevo ministro de Trabajo e Inmigración sabe perfectamente las dos cosas. «Mi tío fue un autodidacta que llegó con 14 años a Hospitalet y empezó a trabajar en una imprenta pero después ha trabajado en otros oficios y, enseguida, se afilió al Partido Socialista porque era un hombre muy inquieto. Desde entonces y hasta ahora, su gran labor se ha centrado siempre en el asunto público, como alcalde de la segunda ciudad de Cataluña y también como presidente de la Diputación de Barcelona», recalca su sobrina.

Doble emigración

Menor de seis hermanos (Francisco, Emilia, Bernardo, Carmelo y Josefa), el benjamín de los Corbacho Chaves es el ejemplo vivo de lo que supone una doble emigración. Primero, la que le contaron sus padres, que, empujados por el hambre, se marcharon tras la Guerra Civil Española desde Valle de Matamoros, a siete kilómetros de Jerez de los Caballeros, a Valverde de Leganés porque allí «había grandes fincas y estaba cerca de Badajoz, que no era poco entonces para una Extremadura bastante atrasada de por sí», incide el alcalde.

«Mi tío no lo dudó y, cuando tuvo edad, se fue de Valverde con otros dos tíos míos y mis abuelos a Barcelona, como hicieron tantos extremeños en la década de 1960, pero nunca olvida de donde procede», subraya María, una de sus once sobrinas.

En Cataluña, Celestino Corbacho es uno de los hombres de confianza del actual presidente de la Generalitat, José Montilla y un referente indiscutible del socialismo catalán. Implicado hasta la médula en la política, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha entregado las principales responsabilidades de organización interna y de gestión pública a este extremeño, mucho más socialista que catalanista, algo que no siempre ocurre dentro del PSC, y para el que su máxima preocupación siempre ha sido el municipalismo.

«Estoy seguro de que ha tenido que sentir algo de tristeza al tener que renunciar a ser alcalde porque en Hospitalet lo quieren muchísimo. De hecho, en las últimas elecciones, revalidó su cuarta mayoría absoluta y sacó dos concejales más pero, ¿quién se resiste a la llamada de un presidente del Gobierno español para ser ministro», añade su sobrina.

Su apego por la política local le ha llevado a ser miembro de la Comisión Ejecutiva de la Federación de Municipios y Provincias de España (FEMP) y al mismo cargo dentro de la federación catalana. Pero, sobre todo, ha llevado a Celestino Corbacho a no perder nunca la perspectiva y «a hablar siempre con la calle, interesándose por las necesidades de la gente», afirma Baldomero Jimeno. Su aseveración no es gratuita. Juan María Vázquez, ex presidente de la Diputación pacense y actual consejero de Agricultura y Medio Ambiente, y Ramón Ropero, vicepresidente de la institución provincial y alcalde de Villafranca, saben también de primera mano como es el nuevo responsable de Trabajo e Inmigración.

«Cada vez que viene al pueblo, Celestino se interesa por cómo están las cosas, qué falta, qué se ha hecho, cómo están sus paisanos. La última vez fue en octubre del año pasado, cuando visitó la Casa de la Cultura», apostilla el alcalde, quien destaca también la afabilidad de Carmen, la esposa de Celestino, una catalana de pura cepa. «Es un hombre entrañable, familiar y cercano», añade Fernando Negrete, corresponsal del diario HOY en Valverde de Leganés. «Mi tío es un hombre que presume de ser extremeño y que se va a entregar como nunca en su nueva responsabilidad», enfatiza su sobrina María. «Lo único que siento es que supongo que lo tendrá más complicado ahora venir al pueblo pero lo bueno es que hemos ganado un ministro», concluye Jimeno.

Políticamente, ha desarrollado toda su trayectoria política en Cataluña, donde hasta ahora era alcalde del Hospitalet de Llobregat y presidente de la Diputación de Barcelona. Hombre muy ligado al municipalismo -ha ocupado relevantes cargos en las federaciones de municipios catalana y española-, el nuevo responsable de Trabajo e Inmigración comenzó en 1983 su carrera como concejal en el consistorio de Hospitalet. Allí se ocupó de diversos asuntos (urbanismo, programación y planificación o presupuestos municipales) hasta que el 13 de mayo de 1994 fue nombrado alcalde al dimitir su antecesor. Desde entonces y hasta ahora ha renovado por mayoría absoluta el puesto de primer edil de la ciudad.

Corbacho, el emigrante extremeño que se sentará, desde mañana, en un despacho ministerial, inició ayer tarde un nuevo viaje. De Barcelona a Madrid. Es su último nuevo reto.

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