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J. LÓPEZ-LAGO
Viernes, 25 de abril 2008, 03:02
En la Universidad de Extremadura hay, entre otras, asociaciones de ingenieros sin fronteras, de católicos universitarios, un coro, un grupo de teatro y, desde ayer, T-entiendo. Fue presentada en la Diputación Provincial y su objetivo es hacer visible la homosexualidad en el entorno universitario.
- ¿Cómo surge esta asociación gay en el seno de la universidad?
- Surge porque un grupo de estudiantes nos reunimos y llegamos a la conclusión de que la Universidad de Extremadura necesita este tipo de asociaciones. Las hay en universidades de Madrid, Valencia, Barcelona, Salamanca, Sevilla..., así que nos pusimos manos a la obra aquí, primero pidiendo permiso al Vicerrectorado de Estudiantes y contando con la ayuda de la Fundación Triángulo. Todo esto se hizo a principios de curso y después se hicieron varias intervenciones relativas a la asociación en la Escuela de Otoño de la universidad y en el Festival de Cine Gay y Lésbico de Badajoz.
- ¿Qué acciones cree prioritarias en la universidad extremeña?
- Abordar la adolescencia y juventud, porque a la universidad llega mucha gente que es la primera vez que sale fuera y en muchas ocasiones han estado retraídos en sus pueblos sin decir que son homosexuales. En cuanto llegan aquí necesitan un apoyo y nosotros queremos ser ese apoyo.
- ¿Cree que Badajoz aglutina a la mayoría de la población gay de los pueblos de la región?
- Ocurre que en Badajoz ha trabajado más la fundación Triángulo, todo es más visible y hay menos problemas. En Cáceres no ocurre esto y por eso nosotros trabajaremos más allí.
- Esta semana ha trascendido el acoso al que sometían en un instituto de Sabadell a una niña lesbiana. ¿Sabe de algún caso parecido en la Universidad de Extremadura?
- No es lo mismo porque en la universidad haces tu grupo de amigos con los que tienes confianza, el trato con los profesores no es tan personal y entonces no se dan esos casos. Lo que sí pasa es que a veces vas por los pasillos o por el campus y si hay gente que conoce tu condición siempre hay alguno que hace un comentario, echa una mirada rara o dice alguna tontería. No son casos tan graves porque vamos más a nuestro rollo.
- ¿Ése es el comportamiento que aspiran ustedes a erradicar?
- Erradicar quizás no, pero lo cierto es que no hacemos nada malo. Somos como el resto de la población y nadie tiene por qué señalarnos cuando vamos por la facultad. Yo al menos no voy señalando al que no es igual que yo.
- ¿Cuántos asociados tiene T-entiendo?
- Unos veinte, pero con las próximas actividades seguro que se suma más gente. La mayoría son chicos. No sé por qué a las chicas lesbianas se las ha discriminado sin querer. Es algo que queremos corregir.
- ¿Hay que ser homosexual?
- No, las puertas están abiertas a cualquiera. Si estamos luchando contra una discriminación no vamos a ser nosotros los que discriminemos a nadie. De momento no hay que pagar para apuntarse. Más adelante pondremos una cuota simbólica para financiar pequeños proyectos, pero ahora sólo hay que entrar en el blog y mandarnos un correo electrónico.
- ¿Qué predisposición encontraron en los órganos universitarios antes de dar de alta su asociación?
- Buena. Los únicos que pusieron alguna pega al principio fueron algunos profesores, pero una vez que la idea llegó al Vicerrectorado de Estudiantes le hizo hasta ilusión. Incluso nos dijo que ésta era una asociación que hacía falta porque no había ninguna que defendiera algún tipo de derechos. Le gustó mucho la idea y como veníamos de la mano de la Fundación Triángulo sabía que esto era algo serio.
- ¿Sabe qué tipo de pegas ponían algunos profesores?
- No, lo único es que a la hora de pedir nosotros colaboración ellos se negaban y ya está.
- ¿Cree que en los institutos de Secundaria hay trabajo que hacer por parte de las asociaciones gays?
- Sin duda, porque allí hay más contacto entre la gente de la clase y además está la familia, y si el chico o la chica ve que ya hay personas que lo rechazan entonces se retrae más y coge miedo. Además, ahí están los típicos graciosos de la clase que se enteran y se ponen a machacar a la persona. Ahí sí hay problemas bastante graves de discriminación. De hecho, en la universidad presentamos un estudio de 'bullying' (acoso) homofóbico por este motivo.
- ¿En la universidad ya ha salido todo el mundo del armario?
- En Badajoz hay más visibilidad, en Cáceres no. Allí cuesta un poco más, quizás porque nadie ha trabajado en este sentido y porque la gente es más conservadora.
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