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Vista del auditorio del Centro Cultural Alcazaba de Mérida, durante la celebración del seminario sobre personas con discapacidad. / BRÍGIDO
Casi 350 personas con discapacidad buscan empleo en la ciudad
MERIDA

Casi 350 personas con discapacidad buscan empleo en la ciudad

Los trabajos más solicitados son limpiador, conserje y telefonista El Centro Alcazaba acoge una jornada dedicada al colectivo

M. ÁNGELES MORCILLO

Jueves, 29 de mayo 2008, 10:28

La cola del Inem siempre ha sido un lugar incómodo. Esperar a que a uno le llegue el turno para saber si puede acceder a un empleo no es plato de gusto. El mercado laboral está difícil y la inserción en el mismo es lenta. Pero si además quien espera es una persona que padece alguna discapacidad, la dificultad se multiplica.

En esta situación se encuentran en la actualidad un total de 343 personas en la ciudad y su comarca. Son exactamente 284 los que sufren alguna discapacidad y están inscritos en la oficina de empleo Mérida I. El resto, 59, están registrados en la Mérida II.

En total, en Extremadura se contabilizan 3.860 personas inscritas como demandantes de empleo en los centros del Servicio extremeño de empleo (Sexpe). Aunque se calcula que podría haber unas 500 ó 600 más que no son partidarias de manifestar que tienen discapacidad. Sufren, en ocasiones, enfermedades crónicas y tienen miedo a que el empresario les rechace.

Atendiendo de forma específica a los discapacitados físicos y orgánicos registrados en las oficinas del Sexpe de Mérida y comarca, se concluye, según datos de Cocemfe, que son 153 los inscritos en la oficina Mérida I y 20 los que pertenecen a la II. Es decir, un total de 173 personas. De estos, el 54% son hombres, y el 46% restante, mujeres. Predominan las personas que poseen un nivel bajo de estudios. Así, el 34% sólo puede ofrecer un certificado de estudios primarios y un 39% tan sólo el graduado escolar.

El grado de discapacidad más común entre las personas de este colectivo que busca un empleo se encuentra entre el 33% y el 49%, cifra que conforma un 63% del total de estos desempleados. Las ocupaciones más solicitadas por este sector son las de conserje, telefonista-recepcionista, vigilante, limpiador y auxiliar administrativo. La horquilla de edad que registra una mayor demanda de empleo va desde los 40 hasta los 59 años, un 61% del total.

Integración laboral

Que las cifras anteriores se reduzcan o se mejoren, desterrar la idea de que las personas con discapacidad física no son rentables para la sociedad y conseguir una plena integración laboral de las mismas. Este es el objetivo que se persigue con la celebración del seminario 'El Plan de Fomento y Calidad en el Empleo 2008-2011 y las personas con discapacidad'. Tuvo lugar ayer en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida y a él asistieron personas relacionadas con el problema de la inserción laboral de personas del colectivo.

Asunción Muñoz, técnico de Cocemfe, resalta que, por primera vez, en este plan se han elaborado medidas específicas para el fomento de empleo de los discapacitados. Una de las más importantes es que para acceder a las subvenciones de dicho plan se pide que los empresarios con más de 50 trabajadores cumplan el requisito del 2% de reserva de puestos de trabajo para estas personas.

Con la jornada se pretende que los integrantes del colectivo sepan sus derechos para poder exigir a los empresarios que cumplan sus obligaciones. «También es una forma de venderse a la empresa. El tener una discapacidad no debe ser un problema a la hora de acceder a un trabajo», explica.

«Este proceso de integración laboral es todavía muy lento», añade. España sigue siendo el último país de la Unión Europea con personas con discapacidad que acceden al mercado laboral.

Este plan de empleo, respecto a los anteriores, también tiene un componente de discriminación positiva sobre la discapacidad e incluye también la psíquica.

El presidente de Cocemfe, Jesús Gumiel, asevera que cada vez los empresarios valoran más el potencial de la persona con discapacidad. «Sí rinden en las empresas, lo que hace que los empresarios se animen a contratarlos», añade.

Pero ha surgido una dificultad: las barreras arquitectónicas. Empresarios que quieren contratar a personas con discapacidad se encuentran que sus empresas no son las más adecuadas y que habría que reformarlas. Por ello, otra de las medidas que incorpora el plan es la adaptación de la empresa y del puesto de trabajo en cuestión.

Ana Blanco, vocal de la junta directiva de la Asociación de Pequeña y Mediana Empresa de Mérida (Apyme), y Nereo Ramírez, secretario de Acción Social de UGT Extremadura, también estuvieron presentes en el seminario para apoyar la inserción laboral de los discapacitados. «Sí ya es difícil para el resto de la población, para ellos es una misión casi imposible», apunta Blanco.

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