Tiran a la basura decenas de atestados de tráfico junto a los juzgados pacenses

Un hombre herido en un accidente aparece tirado en la calzada junto a dos médicos que le atienden con urgencia. Es una de las fotografías que se encuentran entre los documentos tirados en un contenedor situado frente a los juzgados de Badajoz, en la avenida de Colón. Son informes de atestados de la Policía Local y la Guardia Civil donde se detallan datos personales relacionados con accidentes de tráfico ocurridos durante el 2008. En la tarde del pasado viernes, empleadas de limpieza tiraron, tras salir de los juzgados, gran cantidad de documentación en perfecto estado. Los informes muestran anotaciones de la Fiscalía y el sello oficial de la Policía Local y la Guardia Civil. Entre los papeles se pueden encontrar diversos datos privados, como el DNI de los afectados y las tasas de alcoholemia que presentaron cuando fueron requeridos. También hay números de teléfono, direcciones, antecedentes, informes, matrículas e incluso fotografías de los sucesos, donde se muestran a las víctimas. En total, se han tirado varias decenas de atestados. Estas historias de accidentes tienen otros tantos protagonistas. Como el caso de la señora que denunció que mientras cruzaba la calle con una niña pequeña, un conductor le profirió de forma airada varios insultos, e incluso intentó agredirla. Otro cuenta con pelos y señales un accidente ocurrido el pasado julio. Aparece la fotografía de una chica tirada junto a una señal de tráfico y rodeada por varios agentes locales. Entre los expedientes se encuentran algunos sucesos sonados, como el atropello de dos personas mayores en junio, en Valle de Matamoros. En este caso, hasta se adjunta el resultado del análisis de alcoholemia realizado al conductor del vehículo que ocasionó la tragedia. Cualquier transeúnte que pasara por la calle podía ver estos documentos sin esfuerzo. Sin embargo, la Ley Orgánica 15/99, dice que deben ser eliminados. La empresa Desintegradoc se dedica a la eliminación de documentos con información privada. Luis Damián Arce, su administrador, afirma que «todas las empresas o administraciones que trabajan con documentos personales están obligadas a destruirlos de una manera segura». Esta firma extremeña, por ejemplo, realiza la tarea de dos maneras. Destruye los papeles 'in situ' o se los lleva a su sede para eliminarlos. Según Arce, entre sus clientes se encuentran la Agencia Tributaria, la Junta de Extremadura o el Ayuntamiento de Villafranca de los Barros. No es la primera vez que se tiran a la basura documentos confidenciales. Una cadena de supermercados fue sancionada por abandonar currículos de aspirantes a trabajar en la firma. Igualmente, una limpiadora confesó haber hecho lo mismo con 7.000 expedientes sanitarios en Fuengirola. Más recientemente, un reportaje televisivo destapaba que juzgados de varias poblaciones 'olvidaban' en el contenedor distintas diligencias.