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J. LÓPEZ-LAGO J. L. G.
Domingo, 1 de marzo 2009, 12:49
En la ciudad abundan las especies domésticas como perros, gatos y algún que otro pájaro enjaulado. Pero hay más animales. Aunque pase desapercibida, la fauna salvaje existe y afecta directamente a las actuaciones urbanísticas previstas en Badajoz. De hecho, la variedad de animales que comen y duermen en las isletas que hay en el tramo urbano del Guadiana ha motivado que, de cara a la adecuación de las márgenes del río, una obra largamente esperada por los pacenses, no se intervenga en muchas áreas que los ciudadanos esperaban ver desbrozadas y acondicionadas para su uso y disfrute. Las leyes medioambientales mandan. José Luis Pérez Bote da clases en el Área de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Extremadura y pertenece al Grupo de Investigación en Ecosistemas Acuáticos Continentales. En su opinión, preservar el hábitat de pájaros, roedores y otras familias de animales en Badajoz es lo adecuado. Tras leer el informe de declaración de impacto ambiental del proyecto que promueve la Confederación Hidrográfica del Guadiana (aún queda que salga a concurso la obra), Pérez Bote señala que las actuaciones sobre el río le parecen correctas. «Deberían habilitarse las orillas, principalmente la derecha, para uso y disfrute de las personas (paseos, pistas, etc...) y las islas que sean para los animales, dejando los pies de los árboles no autóctonos (eucaliptos) para las aves; y repoblar algunas áreas con especies autóctonas». En cuanto a los peces, la construcción de más azudes como el de La Pesquera debe permitir que los peces remonten el río, recuerda este profesor. Sin embargo, lo atractivo de este río no parece estar bajo el agua. Sólo de memoria este experto cita más de una veintena de aves que tienen su ecosistema en mitad de la ciudad. Cualquier interesado en la materia podría identificar con facilidad entre ambas márgenes azulones, cormoranes, gaviotas sombrías, cigüeña común, cigüeñuela, avetorillos, agachadizas, rocha común, polla de agua, andarríos chico, urraca, garza real, garceta común, garcilla bueyera, grajilla, martín pescador, papamoscas cerrojillo, lavandera blanca, lavandera cascadeña, verderón común, gorrión común, mosquitero común y patos cuchara. Por comparación con la obra que realizó la CHG en Mérida, donde se observan varias isletas del río aprovechadas para instalaciones deportivas, muchos pacenses esperaban unas infraestructuras similares. Sin embargo, la cercanía de una ZEPA (Zona Especial de Protección de AVES) en el azud ha provocado un exhaustivo informe que finalmente se ha plasmado en la obligatoria declaración de impacto ambiental del proyecto, que para considerarla favorable ha pasado por el filtro de las alegaciones hasta convertir el entorno del río prácticamente en intocable. Incluso parte de las obras se adaptarán a la época de reproducción de anfibios y aves (15 de marzo a 15 de julio). Además, el criticado carrizal que hay en las orillas, por ser el hábitat de muchas especies, se retirará a mano y únicamente en las zonas estrictamente necesarias, no a lo largo de ambas orillas con máquinas desbrozadoras pues aunque la tarea se ejecutaría de forma más eficaz, resultaría traumático para los animales. La declaración de impacto medio ambiental que salió publicada en el Boletín Oficial del Estado del pasado 28 de enero contemplaba, en el punto 8, tres opciones en relación con el tratamiento que recibiría con la obra la vegetación de las 13 islas que hay en este tramo fluvial: La primera planteaba no actuar en estas masas verdes. La segunda proponía «actuar en todas las islas eliminando los eucaliptos y estableciendo plantación de sustitución de vegetación ribereña autóctona, y en las zonas centrales de las islas vegetación de carácter más mediterráneo». Una tercera alternativa hablaba de «desbroce en 5 de las 13 islas, seleccionadas por la ausencia de avifauna (dormideros, colonias de cría y dormideros) y que tengan una superficie mayor de 5.000 metros. Respetándose los pies con buen porte. Se realizarán plantaciones con especie de ribera autóctonas, con el objeto de recuperar la naturalidad de las mismas (sic)». Al final la CHG se decantó por ésta última opción, pero una modificación de último momento determinó aplicar la primera de las medidas, que consiste en no actuar en las islas y dejarlas prácticamente vírgenes.
Gatos, los últimos en llegar
Además de peces, algo obvio, y de aves, el entorno del río da cobijo a muchos mamíferos, como la nutria y diversos roedores. También se ven con facilidad en tierra galápagos y algún meloncillo. Pero si hay un animal que se ha hecho popular últimamente son los gatos, una especie que no puede ser catalogada precisamente como ribereña. Se desconoce cómo han llegado a las isletas del Guadiana, pero las camadas son vistas a diario por las personas que pasan por el Puente de Palmas. Según el zoólogo de la Uex José Luis Pérez Bote son gatos domésticos que sobreviven gracias a que son alimentados por las personas. Según cuenta, al menos la generación que se ve «no estaría preparada para buscar comida por su cuenta».
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