La Plaza Mayor se viste de morado para reivindicar los derechos de las mujeres

La Plaza Mayor se vistió ayer de color morado para reivindicar los derechos de las mujeres. La música fue el telón de fondo de una jornada reivindicativa y festiva que reunión en el corazón de la ciudad a colectivos llegados desde distintos puntos de la provincia y, también, a ciudadanos que a nivel particular quisieron disfrutar de las actividades que se les ofrecían. El motivo de tal cita era la celebración del 'Día Internacional de la Mujer Trabajadora', una fecha que sigue exigiendo salir a la calle para recordar que queda mucho camino por recorrer para que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres. Es lo que piensa la Concejala de Igualdad, Raquel Puertas, que también eligió el morado, color que identifica a la mujer, para celebrar el día. «Se ha avanzado mucho en este terreno, pero todavía queda mucho camino por recorrer». La edil incidió en que el acceso al mundo laboral sigue siendo más difícil entre el colectivo femenino, lo mismo que alcanzar puestos de dirección y técnicos o de representación política de primera fila. «¿Cuántas mujeres presidentas de comunidad autónoma hay?», se preguntaba ayer Puertas. La conciliación de la vida familiar y laboral es otro asunto por resolver. «Mientras siga habiendo estudios que indican que las mujeres dedican más de siete horas al trabajo doméstico, mientras que los hombres emplean algo más de tres horas en este asunto y lo que hacen es lavar el coche, resolver trámites burocráticos o sacar a pasear al perro, tendremos que seguir saliendo a la calle para recordar que tenemos que seguir trabajando para ser iguales». Hombres a planchar Un primer paso en este sentido lo dieron ayer los responsables de la 'Oficina de Igualdad y Violencia de Género del Valle del Jerte', que llegaron a Plasencia con una tabla de planchar y un montón de ropa arrugada para enseñar a los señores que quisieron aprender cómo manejar la plancha para dejarla a punto. Fue una de las actividades que se pudieron seguir ayer por la mañana en la Plaza Mayor, donde las madres del colectivo 'Amamar' ocuparon los bancos al sol para dar el pecho a sus bebés y reivindicar los beneficios de la lactancia materna. Desde Talayuela se desplazaron miembros de 'Anaur-Acim', cargados de dulces y túnicas árabes que sus mujeres ofrecieron al público que eligió pasar la mañana del domingo a los pies del Abuelo Mayorga. Intercambio de libros y ropa, mujeres latinas haciendo manicura y peinados gratis, payasos y malabaristas que animaron la fiesta, pusieron el toque de color a un 8 de marzo en el que no faltaron los bailes africanos y árabes, en contraste con la interpretación de canciones populares extremeñas que llevó a cabo el coro 'Solsalir' de La Data. Un nido simbólico Cruz Roja Juventud, el colectivo 'Plasencia Acoge', la Asociación Juvenil 'Nutria', 'Ecologistas en Acción' y la 'Plataforma por el Empleo' se unieron al programa coordinado por '8 de Marzo' con la colaboración de la Concejalía de Igualdad. También la asociación 'Comerciantes Zona Centro', que desde el sábado repartió rosas a las mujeres. Una de las propuestas con un carácter simbólico más cargado fue la porpuesta por el Centro de Terapias Naturales 'Anatha'. Consistió en la construcción de un nido gigante en medio de la Plaza Mayor, con restos de poda de árboles. Lo que se pretendía era crear un símbolo que recordase a las mujeres que además de trabajadoras son muchas cosas más, tantas como cada palito que colocaron de manera estratégica hasta formar la corona. Entre unos y otros consiguieron el propósito de hacer escuchar un solo grito común que clama a favor de la igualdad de géneros y por el final de la violencia doméstica.