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MANUEL-M. NÚÑEZ
Jueves, 2 de abril 2009, 12:07
La batalla contra la siniestralidad deja otras víctimas por el camino. El nuevo examen para obtener los permisos para conducir motocicletas, A1 y A, ha provocado un descenso en el número de cacereños que se examinan. En esa estadística influyen dos detalles: la mayor dificultad de estos exámenes y la reducción de los lugares en los que se celebran los mismos. Cáceres, Plasencia y Coria han acondicionado sus instalaciones y las han adaptado a la nueva normativa. Salvo en el caso de la capital, que lo hizo desde el principio a instancias de la Jefatura Provincial de Tráfico, en Plasencia se han asfaltado hace unas semanas las pistas, mientras que en Coria, según Francisco García, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, funciona desde hace más de un mes. En peor situación quedan Trujillo y Navalmoral de la Mata, donde ni siquiera se pueden efectuar aún las pruebas. Quienes deseen sacarse el pertinente carné están obligados a desplazarse. La suma de factores, unida a la crisis y cargas impositivas han provocado que el mercado de las motocicletas siga sin arrancar, hasta el punto de que en los tres primeros meses de 2009 las matriculaciones han caído casi un 55 por ciento. Lo advirtió en septiembre Cristina Redondo, jefa provincial de Tráfico: «El centro de exámenes está centralizado en Cáceres, y los ayuntamientos ponen a nuestra disposición espacios. Hay que esperar. Si no es posible adecuar las pistas de Trujillo o Navalmoral de la Mata pueden habilitarse otras. Depende de los ayuntamientos». Y así ha ocurrido en Coria, donde funciona la instalación con normalidad, tal y como recalca Francisco García. O en Plasencia, donde la colaboración municipal ha sido clave: «La Concejalía de Obras, de la que es titular Blas Raimundo, ha hecho una inversión importante de 30.000 euros para adecuar las pistas para los nuevos exámenes». Desde la Asociación Provincial de Autoescuelas se habla de «un gran esfuerzo» que hará posible que los placentinos y los conductores de la comarca «no tengan que desplazarse a Cáceres a realizar las pruebas de circuito cerrado». «El asfaltado -añade el presidente- de lo terrenos está terminado». Octubre Los exámenes cambiaron en octubre. Se trata de las pruebas relativas a los permisos A1, hasta 125 centímetros cúbicos, y A, más de 125. El A1, por ejemplo, añade cambios en pista con un recorrido de 90 metros y vuelta en 25 segundos. Un examen más completo, pero también más complicado, que en Cáceres se lleva a cabo desde hace seis meses en las instalaciones de la DGT en Aldea Moret. Antes de la entrada en vigor del nuevo examen, las inscripciones en las autoescuelas se dispararon, con el fin de apurar las opciones de sacarse el carné con la normativa anterior. Francisco García descarta que esos cambios hayan introducido mejoras. «Creemos que estas pruebas no son necesarias. No hacen falta para que el alumno esté más preparado. Son exámenes más complicados, pero nada más. Las matriculaciones han descendido notablemente. Tanto por la dificultad de la prueba, mucho mayor, como porque no hay pistas». Los datos Ese descenso se constata en datos que facilita la propia Dirección General de Tráfico. Si en el primer trimestre de 2008 se contabilizaron 317 matriculaciones de motocicletas en la provincia, un año después se produce una caída hasta las 144, según cifras provisionales hasta el pasado día 26. La diferencia de un año a otro se refleja especialmente en febrero, que pasa de 102 a 42 de 2008 a 2009. El promedio es del 54,5 por ciento en el primer trimestre. «Se nota, claro que se nota todo esto. La moto ha pegado un bajón total». Son palabras de Francisco Javier Hernández, un joven empresario cacereño, especializado en el negocio de las reparaciones y con el suficiente conocimiento del asunto como para saber de primera mano que los afectados por los cambios en la regulación «no están precisamente contentos». «Cuando se empiezan a sumar factores y todos son negativos, ocurre lo que está pasando. Que si la crisis, que si el impuesto de matriculación, que si el de contaminación, ahora esto de los exámenes... ¿Cómo va a comprar la gente moto si todo se pone en su contra», se pregunta. Error «El Gobierno se ha equivocado. Los nuevos exámenes no aportan demasiado. Caen las matriculaciones y la siniestralidad no cesa. Hay que añadir el aumento del impuesto de matriculación, ya que algunos vehículos pasan a pagar nada menos que un 14,5 por ciento. Todo suma para que estén dejando caer la moto. Incluida la crisis». La reflexión la hace Diego Pérez, un histórico empresario del sector, cuyo negocio de venta, 'Pelín', lleva décadas acercando las motos a los cacereños. «Se están cometiendo errores, y los nuevos exámenes son un error más», se lamenta Diego Pérez, 'Pelín'. Sobre esa cuestión, las autoescuelas abundan: «En Navalmoral hemos mantenido una entrevista con el alcalde y se están buscando soluciones. El terreno que nos cedió el Ayuntamiento no cumple las condiciones, según nos dijo Tráfico. En el caso de Trujillo hay más problemas aún. No sé si será posible reformar las instalaciones. Hay que hablar con el Ayuntamiento para encontrar una nueva zona». Francisco García busca alternativas y espera volver a reunirse con los responsables políticos. Las motocicletas, mientras tanto, pasan por su peor trance en mucho tiempo.
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