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Vara, abajo a la derecha, pide la palabra sin éxito en el pelno; al fondo en el centro José Antonio Monago./ BRÍGIDO
PSOE y PP se unen por fin para promover un estudio sobre el trasvase de Valdecañas
En el pleno de la asamblea

PSOE y PP se unen por fin para promover un estudio sobre el trasvase de Valdecañas

El Consejo del Agua analizará las necesidades hídricas presentes y futuras para ver si sobra caudal que dar a Murcia y Valencia Extremadura se reserva para sus necesidades en 50 años

J. L. A.

Viernes, 17 de abril 2009, 10:47

El agua siempre va por su sitio. El que marca la fuerza de la gravedad. PSOE y PP también entraron en razón y aprobaron ayer, aparcando pequeñas diferencias, la realización de un estudio técnico que aclare si en el pantano de Valdecañas sobra agua suficiente, ahora y en plazo de 50 años, para cederla a Murcia y Valencia. Después de mucha esgrima política en las últimas semanas, cada uno con su respectiva propuesta por escrito, acordaron en los pasillos de la Asamblea de Extremadura coger la mitad de la proposición del PP, y la otra mitad del PSOE. Todos se salen con la suya. José Antonio Monago, presidente popular, con la de provocar el debate y la exigencia de un estudio, pero tampoco quedan mal el presidente de la Junta Fernández Vara y los suyos ya que los términos del acuerdo son exactamente los que ellos querían. Los 62 votos de socialistas y populares en la Asamblea resolvieron encargar al Consejo Asesor del Agua (que se constituye dentro de una semana) un análisis de las necesidades hídricas en la comarca de Valdecañas. Dar lo que sobra La propuesta advierte que cualquier trasvase debe garantizar las demandas actuales y futuras de la cuenca cedente, en este caso el Tajo medio en el límite de Toledo con Cáceres que es donde se sitúa el pantano. Es lo que mismo que dice el artículo 12, apartado dos, del Plan Hidrológico Nacional de 2001, que añade que ninguna zona puede quedar hipotecada en su futuro por la previsión de trasvase alguno. El estudio del Consejo Asesor del Agua abarcará un horizonte de los 50 años venideros porque es la vigencia habitual de una obra pública de tal magnitud que lleva caudal de unas regiones a otras, aclaró el consejero de Fomento, José Luis Quintana. Extremadura se reserva agua no sólo para regadío sino para industria agroalimentaria, producción de energía, industria básica, turismo y usos recreativos, además del caudal ambiental mínimo exigible, y el que hay que ceder a Portugal por el convenio internacional. La Asamblea de Extremadura, mediante el acuerdo unánime de ayer, reclama las obras (presas y regadíos) previstos en el Plan Hidrológico, y un programa de viabilidad en los riegos de la zona. Todo ello precedido por la parte que en su escrito ponía el PP, que básicamente destaca el valor creciente que tiene el agua, y añade que ha llegado el momento de analizar ese recurso con visión de futuro, especialmente en los alrededores de Valdecañas. Fuera de ese contenido el debate, promovido por los populares, consistió en que José Antonio Monago echara en cara una vez más al presidente de la Junta, Fernández Vara, el haber pronunciado discursos de solidaridad, y estar dispuesto a hablar del trasvase, sin disponer de informes técnicos previos. Para el líder popular son amenazantes las palabras del ministro José Blanco, de que Valencia recibirá más agua del Tajo medio, o las promesas en el mismo sentido hechas por el secretario de Estado Josep Puxeu a los socialistas valencianos y murcianos, «con quienes incluso fijó precio al metro cúbico». El PP se somete a los informes que haga el extremeño Consejo Asesor del Agua del que sin embargo no se fía mucho porque está conformado «a la medida de la Junta» y «excesivamente politizado». Habría sido mejor que el estudio sobre las necesidades hídricas de Extremadura en el Tajo lo hiciera la Universidad, «con la que a ustedes se les llena la boca pero la dejamos de lado». Es «ciencia ficción» La réplica a Monago vino del presidente del Grupo Socialista, Francisco Fuentes, y por el Gobierno quien habló fue el consejero de Fomento, José Luis Quintana. El primero recalcó que cualquier decisión sobre un posible trasvase corresponde al Gobierno central, si bien Extremadura puede fijar sus propias necesidades. Gracias a que aún quedan en el aire los «aires piadosos de Semana Santa» el PSOE aceptaba según Fuentes la transacción ofrecida por el PP: la mitad de tu propuesta y la mitad de la mía. «Ciencia ficción», a eso se reduce hoy por hoy la hipótesis del desvío de agua en opinión del consejero de Fomento, José Luis Quintana, que negó que Fernández Vara haya ofrecido caudal a nadie. «No hay ni el estudio técnico imprescindible, ni la decisión». Monago apuraba sus últimas opciones de levantar a Fernández Vara de su asiento pero no lo consiguió. «Me hubiera gustado que el presidente, que habla del agua en la Universidad de Murcia, lo hiciera aquí, es difícil de entender lo contrario». El presidente de la Junta pidió finalmente la palabra por alusiones pero el presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, no se la concedió. Anteriormente se la había cortado a José Antonio Monago.

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