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LUIS EXPÓSITO
Lunes, 11 de mayo 2009, 21:00
En Estados Unidos son una auténtica forma de vida. La rutina diaria en ese país gira en torno al coche y a los centros comerciales, que son el verdadero referente para las reuniones sociales. Allí se puede hacer de todo, desde comer, a ir de compras, pasando por ver una película. Disfrutar del tiempo libre, en definitiva.
Aquí en España es una fórmula que se asentó hace mucho tiempo, a pesar de la resistencia del pequeño comercio. Este ha considerado siempre que se trata de una competencia que puede acabar con buena parte de las pymes nacionales.
Extremadura aún no ha recibido de lleno este fenómeno. Los últimos años han sido los de la expansión de los hipermercados y las grandes cadenas de distribución. En la región ya los hay donde hace una década casi ni se podía soñar. Pero aún no se ha impuesto el concepto yanqui del centro, que algunos llaman también parques comerciales. Sin embargo, existen algunos buenos ejemplos, como el centro Conquistadores de Badajoz o el Ruta de la Plata de Cáceres.
Además, se da también un sistema híbrido. Un hipermercado que habilita una pequeña zona para alquilar locales comerciales. Así trabaja Carrefour en algunos de sus centros, por ejemplo.
Menos densidad
Precisamente porque la región es una de las que tiene menor densidad de este tipo de instalaciones, será una de las que tendrá más centros nuevos durante los próximos años.
Así lo asegura al menos un informe realizado por la consultora especializada Jones Lang Lasalle. Según su análisis, la superficie de grandes centros comerciales en Extremadura crecerá un 70% de aquí a dos años, tomando como referencia solamente los proyectos que ya están confirmados.
Eso, si la crisis lo permite. El año pasado fue récord en el país en apertura de nuevos centros, pero se debió a que se trata de proyectos que se gestan a largo plazo; y que por tanto fueron concebidos en plena euforia inmobiliaria.
El número de nuevos anuncios el año pasado, por el contrario, cayó en picado. Por ese mismo motivo, esta consultora asegura que sólo tiene en cuenta los proyectos ya confirmados, mientras que desecha los que están anunciados o simplemente en estudio.
Ni siquiera el año pasado Extremadura destacó por sus aperturas. El número de metros cuadrados apenas creció en un 3%. Aragón, por ejemplo, lo hizo en un 35%, fruto de la expansión vivida por Zaragoza a cuenta de la Exposición Internacional que ha acogido esa ciudad.
Esa es una de las razones por las cuales Extremadura está a la cola en cuanto a densidad de centros comerciales de España.
Según los datos, roza los 200 metros cuadrados de superficie por cada 1.000 habitantes, por debajo de los 309 de media nacional. Sólo supera a Ceuta y Melilla, Canarias y Baleares. En el extremo contrario está Murcia, que está por encima de los 500 metros cuadrados. Sin embargo, y si se cumplen los planes previstos, Extremadura tendrá más metros totales que la comunidad levantina durante los próximos años.
Por el momento, esta consultora destaca que las previsiones apuntan a que Extremadura superará ampliamente los 100.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable (SBA) en el horizonte del año 2011. Este concepto es la referencia que se suele tomar a la hora de medir este tipo de superficie, y lo diferencia muy claramente de los hipermercados puros y duros en el sentido de que tiene en cuenta los locales que pueden ser alquilados por un particular para iniciar una actividad comercial.
De los más grandes
En concreto, se destaca el centro que la multinacional Rodamco quiere construir en Badajoz (y que se llamará Faro del Guadiana) como uno de los más grandes del país. Según los planes iniciales, tendrá 56.000 metros cuadrados y se espera que abra las puertas a finales de 2010 o comienzos de 2011. La inversión total que se plantea en un inicio es de 150 millones de euros, y se prevé que genere 1.800 puestos de trabajo cuando esté a pleno funcionamiento.
Contexto de crisis
A pesar de las previsiones para Extremadura, el verdadero protagonista del informe de Jones Lang Lasalle es la recesión económica.
Cae el consumo y los inversores huyen del ladrillo como alma que lleva el diablo. En este escenario de crisis, el futuro de muchos de los centros comerciales que están anunciados parece ahora mismo en la cuerda floja.
De momento, la caída del consumo y la dureza de acceso al crédito dejan en el aire las aperturas previstas para los próximos años. El año pasado marcó récords, pero fue una situación peculiar debido al largo periodo de gestación de estos parques.
Los datos son concluyentes. Los alquileres que se cobran por los mejores locales y las zonas más exclusivas han caído un 8%. La inversión en el sector cayó un 10% en 2008 hasta los 1.641 millones de euros, aunque la mitad de la inversión correspondió sólo a dos operaciones.
Desde el punto de vista inmobiliario, el valor de los centros se derrumbó cerca de un 30%. «En seis meses valdrán aún menos», aseguran los expertos.
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