Los usuarios empiezan a pagar las nuevas tarifas en este ejercicio

Desde el 1 de enero de este año, el agua es más cara en la capital autonómica. Tras un largo y persistente tira y afloja entre el Ayuntamiento y Aqualia, la concesionaria del servicio, el Gobierno municipal acordó en octubre pasado subir la tarifa en un 4,05 por ciento. Un incremento que, ni de lejos, satisface las demandas de la empresa. La subida, en este caso por justo lo contrario -por excesiva- fue descalificada por la oposición política en el Consistorio.

En el cómputo global, este incremento del precio del agua para uso doméstico significa que una persona que pagó en 2008 249,4 euros verá cómo su recibo se sitúa este año en 259,84 (2,61 euros más al trimestre).

En cambio, la tarifa establecida para uso industrial se mantiene: una cuota fija de 12 euros por usuario y trimestre y 0,77 euros por consumo de metro cúbico de agua.

Desde el 22 de marzo de 2005 las tarifas aplicadas al consumo del agua se mantenían invariables. Este fue el principal motivo aducido por Aqualia para exigir al Consistorio una subida ya que, indicaba, la deuda acumulaba en 2007 por este 'desfase' económico llegó a 600.000 euros. Una cantidad que, según las previsiones, llegaría a 800.000 euros al cierre del balance del año pasado.

Al final, el Gobierno Calle decidió, en el pleno ordinario en el que se aprobaron las ordenanzas fiscales municipales para 2009, que el agua subía un 4,05 por ciento, un incremento considerado «asumible».