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J. L. A.
Viernes, 19 de junio 2009, 11:48
Extremadura se convirtió ayer en la primera comunidad autónoma con representación permanente en el país vecino, al empezar a funcionar de manera oficial un edificio propio situado en el barrio residencial de Restelo, cerca de la torre de Belén.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, calificó a la delegación como «la casa de todos los extremeños en este país», y que servirá para proyectar todo tipo de asuntos.
La Junta de Extremadura ha comprado un amplio chalet que antes era propiedad de la empresa pública española Tragsa, en unas condiciones económicas que, según Vara, habría sido imposible de otra manera. Ha costado tres millones de euros según fuentes del Ejecutivo regional.
Segunda y última
En la inauguración, además del presidente de la Junta, participó el ministro de Ambiente, Ordenación del Territorio y Desarrollo Regional de Portugal, Francisco Nunes Correia, que afirmó que para su país es «una suerte» tener unos vecinos como Extremadura; también el embajador de España en Lisboa, Alberto Navarro, y otras autoridades lusas y extremeñas entre las que figuraban el presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, y el ex presidente autonómico Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
La oficina va a servir, según Fernández Vara, para presentar productos y servicios, es la segunda que la Junta abre en el exterior tras la de Bruselas pero será también la última, añadió el presidente.
La delegación se sitúa en una zona residencial, en el número 10 de la avenida Don Vasco Da Gama, con vistas al mar, la parte del Tajo que se convierte ya en marítima. Una zona ocupada en buena parte por embajadas.
Será la sede de la empresa pública de Turismo TurExtremadura, de Fomento de Mercados, de la Sociedad de Fomento Industrial, todas las cuales operan ya en la capital lusa, de Canal Extremadura, y de la corresponsalía de Televisión Española en Lisboa, a la que la Junta le ha cedido el espacio.
Para Extremadura, contar con una oficina en Lisboa era un «sentimiento», según Vara, cumplido desde una región de interior que ahora de esta forma modesta puede mirar al mar.
El país vecino es «nuestro hecho diferencial, nuestra suerte, sólo tenemos costa interior, no poseemos estaciones de esquí, ni siquiera una segunda lengua, pero tenemos a Portugal».
Esta vecindad, más allá del azar geográfico, «hay que reforzarla con compromiso, una hermandad «que hay que regar todos los días». El presidente de la Junta insta a modificar los malentendidos que pueda haber en las relaciones de las dos partes, que a su juicio son fruto de una historia mal contada, pero que están cambiando tras la entrada de los dos países en la Unión Europea, y en plan doméstico con el refuerzo de la atención a Portugal que hay en el nuevo Estatuto de Autonomía.
Vara recuerda que el aniversario de esta entrada conjunta en la Unión Europea va a ser presidido, por parte española, por Rodríguez Ibarra.
Alabanza del PP
José Antonio Monago, presidente regional del PP, afirmó que «estamos de enhorabuena, tener una casa los extremeños en Portugal, en su capital, es una buen noticia sobre todo porque van a encontrar comodidad y apoyo todos los emprendedores que tienen iniciativas y quieren implantarlas o mantenerlas aquí, hay muchos que ya la tienen».
«Una buena noticia -dijo-, ojalá la tuviéramos hace mucho tiempo, somos una región fronteriza, con muchos los lazos históricos. Vendrá bien para la Comunidad tener aquí nuestra sede y esta casa que dará apoyo, cobijo y asesoramiento a los impulsos e iniciativas, en un mercado globalizado sin fronteras».
Monago espera que sirva para aumentar la comercialización de los productos extremeños, de buena calidad pero poco marketing.
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