Grave cogida de Perera, triunfo de El Fandi y faenón de Talavante

El segundo toro de la tarde fue un ejemplar chiquito y bajo de agujas que no se entregó en el capote y echó las manos por delante metiéndose por el pitón izquierdo.

Cabeceó con la cara alta en el caballo y se dolió en banderillas. Perera lo sacó a medios sin molestarlo llevándolo a media altura, pero el de Jandilla embestía sin entrega y protestando aunque el extremeño le consentía por el derecho sin dudas. Se puso por el pitón izquierdo y el toro se fue a por él prendiéndolo por el muslo derecho.

Salió doliéndose pero tras colocarse unos vaqueros continuó la lidia del tardón y mirón animal. Tras matarlo pasó a la enfermería donde sería intervenido.

Además de este ejemplar se lidiaron otros cinco de Jandilla de muy desiguales hechuras en tipo, defensas y alzada. Se aplaudieron el primero y el tercero.

El Fandi apechugó primero con un ejemplar que tomó bien el capote, flojeo de manos y escarbó. Fue alegre, fijo y pronto en banderillas. No lo obligó el torero en las primeras tandas sobre la derecha. Probó con la zurda pero el toro se le metía por debajo y punteaba la muleta. Desistió y a partir de ahí la faena fue a menos sin acabar de acoplarse. Fue faena de mas a menos finalizada de estocada casi entera y dos descabellos.

Cuatro años recién cumplidos tenía el cuarto un castaño bien hecho y con más cara que todos los demás algo justo de fuerzas que fue largo al caballo. Tuvo noble y templada embestida en banderillas donde se lució el granadino.

Comenzó la faena rodillas en tierra para tomarlo luego con la derecha a toro que cabeceaba, con poco recorrido y que tomaba la muleta sin ganas hasta acabar casi parado y a cabezazos. Murió tras estocada tendida y cuatro descabellos.

Genial en banderillas

En el que mató por Perera en sexto lugar, toro de muy escasa presencia metió bien la cara en el capote con largo viaje. Escarbó antes de varas. Quitó Fandi por chicuelitas y tafalleras para formar un alboroto en banderillas en cuatro pares y pegarse una vuelta al ruedo corriendo hacia atrás con la mano en la testuz del toro. ¡Que lo lleven a una olimpiada!

Tuvo fijeza el toro pero se le colaba además de no humillar. Lo pasó con la izquierda sin obligarlo y le protestaba al final momento en que el torero tiró de repertorio para la galería y el toro fue a buscarle las cosquillas. Gran estoconazo que unido a todo el anterior revuelo en banderillas se premió con dos orejas.

El toreo caro de la tarde lo puso Alejandro Talavante en su lote. Se ajustó muchísimo en las verónicas de recibo al tercero, ejemplar gachito y abrochado de pitones que cabeceó y salió suelto del picador. Fue pronto en banderillas.

Al público lo brindó antes de darle seis estatuarios para comenzar la faena. Sobre la derecha y a media altura lo llevó en dos templadas series de largo recorrido. Tenía fijeza el toro. Citó Alejandro largo y le acudió pronto, le echo la muleta adelante para embarcarlo con mando, temple y ajuste.

Se puso por el pitón izquierdo citando muy en largo y, aunque no le humilló, le hilvanó seis excelentes naturales con muchísimo dominio, gusto y ligazón. Eran series limpias y de gran dominio. Todo en los medios, sin fisuras ni dudas. Finalizó con molinetes antes de media estocada caida lamentada por toda la plaza. Mal con el descabello. Lo que era faena de premios gordos se quedó en la pedrea de una oreja

Tres descabellos

Feo, cariavacado y alto de agujas fue su segundo que tomó el capote sin celo pero en el quite Talavante le dio tres chicuelitas de increíble ajuste.

Con la muleta lo tomó en corto en la primera serie. No humillaba el toro pero era fijo y repetidor. Lo llevó a medios, y allí, en el platillo, estático, sin inmutarse lo pasó en serie sobre la izquierda abrochada con un farol. Dio respiros al toro y lo llamó de nuevo en largo para colocarse luego en cites de frente y llevar al toro en largos naturales sin mover los pies con ligazón y temple. Disfrutaba Talavante y los tendidos con el paisano que escribía una bella página de toros rematada con unos airsos trincherazos antes de que los tendidos contuvieran la respiración cuando se perfiló para matar. Media caida que no fue suficiente para desilusión del personal. Luego tres descabellos enfriaron una bella historia.

Con este festejo en que hubo percance, triunfo y excelente toreo finalizaron los festejos mayores de la feria de Mérida muy mejorable en casi todos los aspectos.