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El placentino Roberto Iniesta, líder de Extremoduro y autor de 'El viaje íntimo de la locura' posa, esta vez, fuera de los escenarios. / R.I.
«Si había un árbol en mi libro, tenía que ser un cerezo»
ROBERTO INIESTA ESCRITOR, CANTANTE Y CREADOR DE 'EXTREMODURO'

«Si había un árbol en mi libro, tenía que ser un cerezo»

El líder de Extremoduro publicó el pasado mes 'El viaje íntimo de la locura', su primera novela, de la que ha vendido ya 10.000 ejemplares

ESTEFANÍA ZARALLO

Sábado, 17 de octubre 2009, 15:52

Cientos de jóvenes han crecido escuchando sus canciones, han comprado sus discos y han acudido a sus conciertos. Ahora, para conocer lo último de Robe Iniesta, el alma de Extremoduro, hay que ir a las librerías. El cantante placentino publicó el pasado mes 'El viaje íntimo de la locura', su primera novela y todo un éxito de ventas. Desde su residencia en el País Vasco, el compositor de temas como 'Jesucristo García' o 'Stand by' ha concedido a HOY la primera entrevista tras debutar como novelista.

-En tan sólo una semana, su novela ha agotado la primera edición, ¿se esperaba esta expectación?

-Bueno, 10.000 ejemplares tampoco han sido muchos. Sabía que la gente de Extremoduro que me conoce desde hace años compraría el libro. Para mí la expectación está en saber lo que dirán. De momento las críticas están siendo buenas.

-¿Qué le comentan las personas que ya lo han leído?

-Todo el mundo me dice que le ha gustado. El libro tiene partes diferentes y me dicen cuál de ellas es la que más le ha llamado la atención. Lo que más me alegra es que a cada persona le atrae una distinta.

-Antes de publicarlo dijo en una entrevista que 'se la sudaba' vender más o menos ejemplares, ¿sigue pensando lo mismo o en el fondo triunfar en las librerías ayuda a sentirse reconocido?

-Sí, siempre ayuda pero tampoco en el número está el reconocimiento. Me lo he pasado muy bien escribiéndolo, vender me da igual. Incluso vender mucho me daría dolor de cabeza, tendría que conceder muchas entrevistas y yo vivo muy feliz y muy tranquilo así. Sólo quiero que me digan que les ha gustado, no pido más.

-Cuando componía canciones y daba conciertos, ¿imaginó que escribiría una novela?

-No, fue de repente, en una sequía de no hacer canciones. Empecé a pensar en un relato corto, luego en algo más largo... Nunca antes se me había ocurrido y lo empecé a pensar en serio, me puse a ello y al final aquí está la novela.

-¿Ha sido muy complejo el proceso de creación?

-Surgió la idea, que es lo más difícil, e hice un esqueleto sobre lo que podría ser. A partir de ahí, ha ido creciendo y casi todos los días me salía algo. Es más sencillo que componer canciones, porque es más fácil continuar. He echado muchísimas horas y siempre me ponía por las tardes o las noches, que es cuando estoy más inspirado, y tenía que mirar el reloj y decirme a mí mismo 'venga, déjalo ya' porque siempre me apetecía seguir.

-¿Qué hay de Robe en la novela?

-En el lenguaje se me reconoce, lo he cuidado mucho. He procurado que la trama no fuera demasiado importante, que no te hiciera correr. Para mí la trama ha sido una excusa para contar cosas a través de metáforas y sobre todo hacer pensar, que es lo que he intentado siempre con las canciones. Que la gente se pregunte cosas porque no están ni bien ni mal.

-¿Cree que sólo se acercarán a ella los seguidores de Extremoduro?

-Los que más rápido la comprarán y la leerán serán los que siguen al grupo pero confío en que saldrá de ahí y creo que puedo gustar a mucha gente que no me conozca. Quienes lo han leído dicen que, por momentos, se olvidan de que yo soy el autor y esa es la esperanza que tengo, que la gente lo pueda leer sin conocerme y le pueda llenar igual.

-¿Qué puede contar sobre el argumento de la novela?

-Nada. Pido por favor a los que lo lean que no digan nada. En nuestra página web he escrito que las personas que quieran leerlo que no intenten saber nada, porque no lo van a disfrutar igual si saben las sorpresas que se producen. Aconsejaría a todos que confíen en que les va a gustar, que se metan en él y se dejen llevar. Estoy segurísimo de que lo disfrutarán mucho más.

-Pero, ¿podemos desvelar que la historia trata sobre un hombre normal al que le sucede algo poco corriente?

-Sí, pero cuanto menos se sepa, mejor. Si ya sabes lo que va a suceder no leerás igual la primera parte del libro. El ambiente angustioso que se da es necesario para que la segunda parte llegue como una sorpresa y la tercera como otra más.

-El protagonista sufre una transformación. ¿Cuándo estaba más loco, antes o después de que se produzca el hecho inusual?

-No sé si el de antes estaba loco, pero lo que estaba claro es que no disfrutaba ni de la locura ni de la cordura y eso es algo que es muy fácil que le ocurra a cualquiera. Vas dejándote llevar por la inercia y no vives una vida verdadera. Por eso digo que hay que ir siempre replanteándoselo todo, porque aunque creas que las cosas están bien tienes que volver a planteártelas. Si están bien saldrán fortalecidas y si están mal, te darás cuenta.

-Hay una historia paralela que la cuenta otro personaje, ¿se trata de un guiño de humor?

-Es que las historias pueden ser vistas de muchas maneras. Estamos muy metidos dentro de nosotros mismos. Pienso que las cosas que nos pasan pueden ser vistas siempre desde otro punto de vista. Además nos cuesta mucho ponernos en la situación de los demás, entenderlos. Lo que nos pasa lo miramos a través de cómo nos afecta a nosotros y nunca pensamos en cómo afecta a los demás. Tendríamos que tener más imaginación y ponernos en su lugar. Y se trata de eso, decir 'esta es la historia desde el punto de vista del protagonista pero hay más puntos de vista, infinitos'.

-También se refleja la historia de un cerezo, ¿es un guiño a los placentinos o es casualidad que sea precisamente ese árbol?

-Tenía que aparecer un árbol y qué mejor que un cerezo, yo que soy del Jerte. Es muy bonito cuando florece pero tan sólo dura unas semanas y cuando pienso en árboles frutales con flores me vienen a la cabeza los cerezos.

-¿Se podría ubicar a su protagonista en Plasencia?

-No he puesto apellidos ni edad ni nombre a la ciudad. Ni siquiera al país donde vive don Severino. Quería que fuese una persona que podría estar en cualquier sitio y que ese cambio que hay en él lo pudiese experimentar cualquiera.

-¿Se identifica con el protagonista en algún aspecto? ¿Hay algo de Robe en don Severino?

-Somos personas distintas pero creo que en todas las vidas hay cambios. A veces son obligados por las cosas que pasan pero tenemos que evolucionar, no podemos pasar la vida siendo los mismos y pensando lo mismo. Hay que estar abierto a los cambios, por eso me decidí a escribir, porque estaba abierto a los cambios.

-Siempre ha sido muy crítico con la iglesia, pero en el libro es un tema que apenas se menciona...

-No es un tema demasiado importante porque de eso se podría hacer otro libro. Me quería meter con muchas otras cosas, hay mucho que criticar. Sigue sin gustarme la iglesia, y dudo si serán las religiones, el cambio climático o la guerra, pero una de estas cosas acabarán con el mundo cualquier día.

El hombre del saco

-Ha tenido problemas para encontrar editorial y llegó a decir que eran peores que las discográficas, ¿tan difícil es publicar un libro?

-Sí, hay muchos autores. Un libro puede escribirlo cualquiera y las editoriales están llenas de manuscritos. Al final nosotros hemos tenido que hacer una editorial -El hombre del saco- para poder pasar de todo el mamoneo y hacer el libro a mi gusto. Puedo hacer un trabajo del que me sienta satisfecho sin que nadie me corte.

-Estudió gramática y latín, ¿fue casualidad o quiso adquirir más conocimientos?

-Empecé a escribir y me di cuenta de que me hacía falta algo de soltura. Habitualmente hablamos usando 20 verbos, repitiendo siempre las mismas palabras. Hay que tener un poco de riqueza al escribir para poder hacer el libro algo más ameno.

-¿Qué novelas le gusta leer?

-De todo. Leo un 'bestseller', un clásico, una novela policiaca... lo último que he leído ha sido el libro de Harry Potter. Me he tirado muchos años sin leer y ahora voy saltando de una cosa a otra.

-¿Tiene algún autor predilecto?

-No. Intento leer cosas en castellano por quitarme de en medio la traducción. Por lo general prefiero los antiguos porque ya sabes que son buenos, que tiene una reputación.

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