Publicidad ecológica a pedales

Varios globos de colores y un banderín rojo llaman la atención dentro de la bulliciosa marea de vehículos que conforman el tráfico mañanero de Villanueva de la Serena. Éstos sobresalen del artilugio sobre dos ruedas que arrastra con su bicicleta Carmen y van en sintonía con la guardería infantil que ésta va anunciando.

Pertrechada con una gruesa bufanda, guantes y una gorra para combatir el frío invernal, ella disfruta con su trabajo, a pesar del hostigamiento que sufre a golpe de claxon por parte de muchos de los impacientes conductores que la preceden con sus coches.

Y Carmen es feliz porque cumple con el deseo de muchos mortales: trabajar mientras hace deporte. En su caso, se puede permitir el lujo de conjugar ambas actividades y encima añade un plus si cabe más importante: mientras da pedales no gasta gasolina y, por tanto, no contamina.

En esos pilares reside la filosofía de la novedosa empresa villanovense 'Apdal.es' puesta en marcha el pasado verano por el marido de Carmen, José Moreno, y otro socio. Se trata de la primera empresa extremeña enfocada a la publicidad ecológica y servicios en tecnologías de la información y la comunicación.

Montados en bicicletas, carritos, triciclos o patines, esta pareja trabaja al servicio de las empresas dando publicidad de sus servicios. Y lo hace mediante una serie de lonas que lucen en sus vehículos ecológicos y que luego pueden ser reutilizadas por los clientes. «Con nuestro método se evitan derroches de papel o el tener que ensuciar las paredes con enormes carteles», afirma José.

Sin embargo, los medios publicitarios de esta empresa no sólo se quedan en los llamativos vehículos ni en las lonas reutilizables, sino que tienen también su complemento ideal con medios tecnológicos. Y es que 'Apdal.es' también ofrece un sistema de marketing de proximidad, mediante el cual todas las personas que pasen al lado de las bicicletas y tengan el bluetooth de su teléfono móvil encendido, recibirán un mensaje publicitario sobre el servicio o producto que ofrece la empresa.

José recuerda que fue en China donde encontró el germen necesario para poner en marcha esta empresa: «Un compañero de trabajo vio una fotografía en un blog chino con una imagen de este tipo de publicidad y me comentó que era el trabajo perfecto para mí. En definitiva, unía mi formación profesional, mi respeto por la naturaleza y mi afición a la bicicleta, así que a partir de ahí me puse a trabajar en ello, busqué más información, visitamos empresas que hacían algo parecido en España, vehículos, proveedores y empecé a trabajar en un plan de viabilidad».

Una empresa en la que también se ha involucrado su mujer, por lo que comparten kilómetros por Villanueva de la Serena, que es donde demandan principalmente sus servicios, aunque también han estado ya por Don Benito, Mérida, Castuera, Puebla de la Calzada, Santa Amalia e, incluso, han llegado a desplazarse hasta Cuenca. Un trabajo, como reconocen, que exige el tener un buen fondo físico y el perder todo tipo de complejos: «Está claro que para estar ocho horas por la calle dando pedales se necesita un mínimo de preparación física. Si no, sería imposible. Luego, al principio, es normal que tengas algo de corte, pero una vez en la calle te centras en tu trabajo y si hablan de tí es bueno, porque a la vez están hablando de tu empresa», señala José.

Llamativos vehículos

Con sus llamativos vehículos las anécdotas han sido variadas. Desde ser contratados para una boda hasta ser reclamados por algunos viandantes para que les den una vuelta a modo de taxi. No obstante, si algo tiene de bueno su presencia en la calle, «es que realmente servimos de comerciales a nuestros clientes, pues informamos a la gente que se nos acerca a preguntar por la empresa que anunciamos y, en algunos casos, los llevamos hasta la puerta del establecimiento».

En definitiva, medios publicitarios que respetan el medio ambiente y que fomentan los hábitos saludables entre los trabajadores de la empresa. Y eso, en los tiempos que corren, vende mucho.