Monroy pide más seguridad donde murió un vecino

A las cuatro de la tarde de ayer fue enterrado en la localidad de Monroy Goñi Simón del Amo, el hombre de 52 años de edad que el pasado miércoles perdió la vida en un trágico accidente, al caer por un precipicio de 30 metros en las afueras de su localidad. Este suceso ha causado un gran pesar en esta localidad en donde Goñi Simón, de profesión peluquero, era muy conocido.

El accidente, como informó HOY en primicia, ocurrió alrededor de las cinco y media de la tarde del pasado 6 de enero.

Goñi Simón estaba con otros tres amigos en un paraje de gran belleza, en la zona de El Cabril, en un lugar conocido por el Tranco del Diablo, para ver la gran cantidad de agua que caía de una cascada que en el pueblo llaman La Cisterna.

Debido a las lluvias el terreno estaba muy resbaladizo y al saltar a una piedra Goñi Simón cayó al precipicio, por una zona bastante escarpada.

Acudieron al lugar del accidente la Guardia Civil, los bomberos de la Diputación de Cáceres, y personal sanitario del servicio del 112, así como numerosos vecinos, lo que originó algún temor entre las autoridades, ya que podía producirse otro accidente debido a lo peligroso de la zona.

Rescate

Con ayuda de cuerdas y de linternas, el vecino de Monroy pudo ser rescatado por los bomberos a las nueve de la noche. Se pensaba que estaba muerto, ya que no daba señales de vida y tenía la cabeza parcialmente cubierta por el agua, pero estaba vivo y la ambulancia le llevó con urgencia al Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, en donde llegó con vida. No obstante, a los pocos minutos de estar en el centro sanitario, murió.

El alcalde de esta localidad cacereña, Telesforo Jiménez Sierra, señala que el lugar en el que tuvo lugar el accidente es un sitio de gran belleza, por lo que es bastante visitado, pero carece de medidas de seguridad.

«La verdad -afirma- es que estaría bien que alguna administración, la Junta de Extremadura o la Diputación Provincial, intentara arreglar este lugar para evitar nuevos accidentes, poniendo un vallado de madera o algo parecido para evitar que vuelva a pasar otra desgracia». Algunos vecinos de Monroy aún recuerdan que hace unos sesenta años, en este mismo lugar de El Cabril, en el Tranco del Diab lo, se quitaron la vida dos novios que tenían problemas para poder casarse, al no ser aceptado uno de ellos por la familia de su pareja. Parece que primero murió ella y luego él se quitó la vida.