“Preferimos que nuestros hijos pierdan el curso a la vida”

Los alumnos del colegio público Santa Margarita, de Mengabril, no asisten a clase desde ayer en protesta por los abundantes desperfectos que presenta el centro docente y que se han visto agravados por las últimas lluvias.

La medida ha sido aprobada por la asociación de madres y padres que ha protagonizado esta mañana junto a los propios niños una concentración en las mismas puertas del colegio.

Provistos de unas pancartas en las que se podía leer Queremos unas instalaciones dignas, Reforma rápida y Queremos ir al cole y no podemos, niños y padres han requerido a la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura que lleve a cabo una reforma urgente del colegio.

Según la presidenta de la Ampa, Ana González, el colegio tiene unos treinta años y durante este periodo no se ha reformado ni una vez, excepto las mejoras que hizo el Ayuntamiento en el aula de infantil el pasado año.

Ventanas rotas, goteras, deterioro de azulejos y puertas en los cuartos de baño y deficiencias en la instalación eléctrica son algunos de los desperfectos que presenta este colegio que cuenta con unos 70 alumnos y ocho profesores.

Tenemos ordenadores nuevos, pero no los podemos enchufar porque salta la luz, confesaba uno de los padres, mientras otro llegaba a defender la huelga de los alumnos expresando preferimos que nuestros hijos pierdan un curso a que pierdan la vida con alguna descarga debido al mal estado de la instalación eléctrica.

La presidenta de la Ampa sostiene que mantendrán la medida de no llevar a sus hijos a clase hasta que la Junta de Extremadura no solo nos dé una respuesta, sino que se comprometa a realizar una reforma urgente del colegio, porque no queremos solo palmaditas en la espalda.

Por su parte, el alcalde de la población, Lorenzo Garrido, que apoya la reivindicación de los padres, ha recordado que estamos hartos de enviar informes a la Junta de Extremadura detallando el mal estado del colegio y no se han dignado a venir a verlo.

Solamente, insiste Garrido, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, en la visita que hizo hace dos meses a la localidad, vio el mal estado del centro y se comprometió a tomar cartas en el asunto y eso es de agradecer, aunque todavía no se ha cumplido.