La Policía Nacional busca a Sánchez Mauriño en las Vegas Altas y en Sevilla

Las Fuerzas de Seguridad del Estado continúan realizando una intensa búsqueda de José Sánchez Mauriño, presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de tres personas en el club de alterne Tabarín de Don Benito.

Según ha podido saber HOY, durante los últimos días han intentado localizarlo en toda la comarca de Vegas Altas, fundamentalmente en Don Benito donde vivía Mauriño y en Orellana la Vieja localidad en la que nació, aunque también se cree que podría estar en Villanueva de la Serena.

Las indagaciones no se limitan a Extremadura sino que traspasan también los límites regionales y se está investigando la posibilidad de que hubiese huido a Sevilla, ya que tiene familia y conocidos en la capital hispalense.

Los agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía de toda la comarca ya tienen la foto y la descripción de este hombre.

La búsqueda del presunto delincuente comenzó la misma madrugada del sábado y se amplió en los días sucesivos. De hecho, cuando el lunes se encontró el cuerpo sin vida de un conductor de 33 años en el Canal de la Dehesa, dentro del término municipal de Navalvillar de Pela, se pensó en los primeros momentos que podría ser el fugitivo quien hubiese sufrido ese accidente al tratar de huir, tesis que se descartó rápidamente.

Miedo en El Noque

Por otra parte, la antigua barriada de El Noque, en Don Benito, vive atemorizada desde la noche del pasado sábado. El sospechoso del triple crimen residía en esa parte de la ciudad situada en las proximidades de la comisaría de la Policía Nacional. En la zona se cuenta que llegó al lugar momentos después del tiroteo y comenzó a gritar que había matado al camarero y al dueño del Tabarín.

Luego se habría dado a la fuga abandonando su coche en las inmediaciones del hospital de San Antonio, en una zona alejada de El Noque, probablemente para despistar a la Policía.

Desde entonces parece haberse implantado la ley del silencio y los vecinos guardan silencio ante las cámaras de televisión y los periodistas por temor a alguna represalia por parte del fugado.

El historial conflictivo de José Sánchez Mauriño y de algunos de sus hermanos hace que los vecinos desconfíen y no quieran hablar del asunto, pues aseguran que el sospechoso tiene armas de fuego de las que puede hacer uso en cualquier momento.

Ya en el año 2000 protagonizó un intento de homicidio por el que fue condenado a ocho años de prisión.