Borrar
Así hemos narrado la manita del Barça al Valencia
Cuatro años y medio de cárcel a un policía local por robar un banco
EXtremadura

Cuatro años y medio de cárcel a un policía local por robar un banco

Los hechos tuvieron lugar en Calamonte en diciembre de 2011

REDACCIÓN

Jueves, 17 de enero 2013, 13:46

Juan Francisco G. G., el agente de la Policía Local de Calamonte que fue detenido el pasado mes de mayo por un atraco en un banco de la localidad, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por un delito de robo con intimidación y uso de armas. Asimismo, deberá indemnizar a La Caixa con 731,38 euros, la cantidad que fue sustraída. La sentencia ya ha sido recurrida por la defensa.

Según establece la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Mérida, Juan Francisco, de 32 años de edad, acudió a las 8.56 del 15 de diciembre de 2011 a la sucursal La Caixa de Calamonte, situada en la calle Manuel Golpe, con el objetivo de cometer un robo. Vestía un mono de trabajo de color azul, guantes y pasamontañas negros, y portaba su pistola reglamentaria, una HK de nueve milímetros.

Los hechos probados señalan que, una vez dentro de la oficina, apuntó con el arma a la subdirectora, a quien exigió la entrega de todo el dinero. Al salir del despacho la directora, obligó a todos los presentes a tumbarse en el suelo. Finalmente consiguió que le entregaran 731,38 euros, tras lo que huyó del lugar.

La defensa solicitó la anulación de dos de las pruebas de la acusación, el registro del vehículo propiedad del padre del acusado, donde se encontró un mono y un pasamontañas idénticos a los empleados en el robo, y las imágenes de vídeo de la sucursal. En el primer caso, se llevó a cabo sin que estuvieran presentes ni el secretario judicial ni el abogado del acusado, algo que para la jueza no supone motivo de nulidad. En cuanto a las cámaras de seguridad, argumentó que se había roto la cadena de custodia, lo que no quedó acreditado en el juicio.

Junto a esto, la jueza reconoce que no existen pruebas de contenido directo (huellas dactilares o biológicas), pero sí indicios suficientes. Entre ellos, la aparición del mono y el pasamontañas en el maletero del vehículo que usaba el acusado. También indica que a las 8.48 horas se hizo una llamada a la Guardia Civil alertando de un robo en una central frutícola cercana a Mérida. El agente que atendió este aviso señaló en el juicio que el interlocutor se identificó como Miguel y que tenía una voz ronca y forzada. Al acudir al aviso, la patrulla de Arroyo de San Serván comprobó que se trataba de una denuncia falsa formulada con la intención de distraer su atención. La llamada fue realizada desde el móvil de la Policía Local de Calamonte, y ese día Juan Francisco era el único policía local de servicio y por tanto quien poseía el teléfono.

Asimismo, apunta que las características físicas del acusado coinciden con las del atracador, como puso de manifiesto la subdirectora de la sucursal; y que también coincidía el arma reglamentaria con la empleada en el robo (aunque no todos los testigos la identificaron). Además, en el momento del asalto se le cayó una bala, que también es la reglamentaria. También coinciden los guantes con los que utilizan los cuerpos policiales.

"Y lo que resulta desde luego una coincidencia difícil de explicar", añade la jueza, "es que el mono de trabajo de color azul que se encontraba en el maletero del vehículo presentara manchas de pintura blanca, idénticas a algunas de las que se advierten en los fotogramas obtenidos de la grabación de las cámaras".

A esto añade que en el registro del domicilio del acusado se encontraron planos de ubicación de diferentes oficinas de La Caixa en Sevilla, así como una sudadera con la insignia de la Policía Local de esta ciudad. El agente apuntó que los tenía porque pensaba visitar la Feria de Abril de Sevilla y para ingresar desde allí el importe mensual del alquiler de su vivienda. Tampoco considera razonable que tuviera la sudadera para un trabajo de sus estudios de criminología.

A todos estos indicios se suma la situación económica del acusado, que solicitó un adelanto de su sueldo e incluso pidió un préstamo a su superior para atender unas necesidades que no quedaron acreditadas en el juicio.

Por el contrario, la jueza rechaza las pruebas aportadas por la defensa, como los testigos que "con asombrosa exactitud y una memoria digna de alabar recuerdan haber visto al acusado en el exterior del colegio San José justo en el momento en que se produjeron los hechos". Tampoco acepta como argumento el clima de enemistad entre la Policía Local de Calamonte.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Cuatro años y medio de cárcel a un policía local por robar un banco