El PGM crea la base del corredor verde urbano de las huertas del río

El Gobierno local está decidido a que el Plan General Municipal (PGM) incluya la base del futuro corredor verde que debe proteger las huertas tradicionales que existen en las riberas del Jerte. La idea es aumentar la protección genérica de suelo no urbanizable que tienen actualmente, frente al previsible aumento de la presión urbanística y salvar para el futuro ese frágil ecosistema para mantenerlo a salvo de la especulación y que queden como espacios para uso y disfrute de la ciudad.

«Es algo que estamos viendo y una de las muchas cuestiones de la ciudad que planteó Pymecon, con quien estamos pendientes de reunirnos, pero esto de las huertas es algo que vemos positivo», declaró el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández.

Éste explica que la propuesta de protección sobre la que trabaja el Gobierno local afecta a las huertas de la margen izquierda, entre el Puente Nuevo y las ruinas del antiguo colegio del río, situadas entre la variante sur y el Jerte. «Se tata de una actuación siempre relacionada con el desarrollo de los sistemas residenciales de la parte baja de Santa Bárbara, porque es la única manera de hacerlo sostenible para el Ayuntamiento», precisó el responsable de Urbanismo.

Para la zona del antiguo colegio del río, Hernández baraja otras opciones de protección y adquisición más ágiles, dado que se trata de propuestas diferentes.

No son las únicas zonas de antiguas huertas sobre las que el PGM contempla actuar, ya que especifica el edil también se prevén algún tratamiento en la zona de equipamientos de ocio y restaurantes a los que plantea «una solución».

En relación con las huertas de ambas riberas del Jerte, la patronal de la construcción, Pymecon, planteó, en las alegaciones formuladas en septiembre, acciones que evitaran repetir el problema de las de la Isla, apostando por un urbanismo sostenible que salvaguardara los valores del espacio fluvial del rió y entorno urbano.

Por eso, proponía que se solucione el problema generado con los deslindes, la restitución de los espacios afectados y complementar los tejidos urbanos desconectados. También planteó la creación de un nuevo modelo que respondiera a la configuración de espacios verdes, mejorando la movilidad y ampliando las dotaciones públicas y equipamientos comunitarios para que, río y huertas, sean eje natural que conecte la ciudad de modo integrado con el paisaje más cercano y Valle del Jerte.

Entre las carencias del PGM ponía de relieve Pymecon precisamente no contemplarse «ningún tipo de actuación, ni valoración del espacio fluvial urbano», conformándose solo con plantear «un tímido» salto del río.

Esta indefinición provocará, argumentó, un irremediable aumento de la presión urbanística sobre este frágil ecosistema, generando problemas de difícil solución en el futuro.

El Gobierno local también está «dando vueltas», según expresión de José Antonio Hernández, a la posibilidad de incluir definitivamente en el PGM la recuperación de nuevos tramos de la muralla. El edil aseguró que va a haber cambios sobre la situación actual.

En este sentido, apuntó la recuperación de nuevos tramos en determinados enclaves que pasa por una solución previa que no condicione económicamente al Ayuntamiento o a los propietarios afectados.

En el trámite pendiente del PGM se decidirá si se refiere a lugares como la Puerta Talavera y Postigo de Santa María o a la traseras del Colegio la Salle, en la ronda.