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MANUEL M. NÚÑEZ
Martes, 2 de julio 2013, 16:20
Lo que empezó como una demanda del Obispado y la parroquia Beato Marcelo Spínola contra Caja Extremadura-Liberbank por la cláusula suelo de tres préstamos termina con un donativo de 2.100 euros que facilitará la integración de 10 familias sin recursos y cuyos hijos tienen problemas de conducta. La historia se inició cuando Juan Rodríguez, párroco de la barriada del Vivero, comprobó que tenía que pagar cada mes una cuota al banco que estaba por encima del mercado. Con el Euríbor en mínimos históricos, la explicación era simple. Miles de españoles están en esa misma situación. Tienen en sus contratos la llamada cláusula suelo. Es un tipo mínimo que se debe pagar aunque la suma del diferencial y el Euríbor estén muy por debajo. La construcción de la iglesia del Vivero fue posible gracias a tres préstamos de Caja Extremadura. El problema es que se estableció un tipo mínimo del 4,9 por ciento. El Obispado dijo 'basta' y reclamó por vía judicial 66.000 euros que consideraba que había pagado de más.
Ahora, esa demanda se ha paralizado y Caja Extremadura y la Diócesis confían en llegar a un acuerdo. Ausbanc, la asociación de usuarios de servicios financieros, ha renunciado a sus honorarios por la defensa jurídica. El dinero, según explica su delegado en Cáceres, tendrá un fin social. Esta mañana se han entregado sendos cheques de 1.050 euros cada uno a una fundación benéfica y a la propia parroquia de Marcelo Spínola.
La Fundación Inpa-Framaguad que trabaja en atención psicológica continuada a padres y madres con dificultades para educar y sin recursos económicos, podrá llevar a cabo 10 proyectos de integración con otras tantas familias gracias a este donativo. "Por nuestra fundación pasará hasta final de año unas 40 familias. Son hogares con problemas, sin recursos ni medios, pero en los que se dan casos de agresiones. Nosotros trabajamos para evitar que esos niños a partir de cuatro años se conviertan en delincuentes el día de mañana", subraya Guadalupe Andrada, psicóloga y presidenta de Inpa-Framaguad.
El donativo de Ausbanc permitirá que durante tres meses sean atendidas 10 familias con este tipo de problemas.
Por su parte, la parroquia del Vivero destinará también el dinero recibido a fines sociales. En concreto, facilitarán la ayuda que ya se está prestando a cinco familias de la barriada. "Somos una barriada en la que se empieza a constara que hay problemas. Personas que pierden su empleo y que tienen serias dificultades para cubrir los gastos que tienen", señala el párroco, Juan Rodríguez.
Juan Luis Picado, abogado de Ausbanc, sostiene que una de cada tres hipotecas en Cáceres tiene cláusula suelo. En el caso de la parroquia del Vivero aún le quedan por pagar 750.000 euros. Caja Extremadura le está cobrando ahora un 3,6 por ciento, muy por encima de lo que marca el mercado con el Euríbor sobre el 0,5 pero por debajo de la cláusula suelo del 4,9.
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