68 años de fe mariana en La Codosera

La Codosera, pueblo fronterizo y perteneciente a la comarca de Tierra de Badajoz, esconde lugares con encanto y belleza. Se respira tranquilidad en sus calles y paz entre sus habitantes. Parece que no pasa el tiempo. Pero hace casi 70 años, un acontecimiento marcaría a la localidad: la aparición de la Virgen de los Dolores en Chandavila, hecho presenciado por la niña Marcelina.

Recorrimos las calles del pueblo visitando sus plazas, calles e iglesias, siempre bien acompañados por José Luis Olmo, escritor y bien conocedor del caso. Allí hablamos con el alcalde y con Natalia, una de las pocas amigas de la niña Marcelina que quedan en el pueblo y fue testigo directo de lo que ocurrió ese 27 de mayo de 1945.

En el recinto de Chandavila se construyó un bello santuario construido íntegramente por donaciones, la imagen de la Virgen de los Dolores que fue tallada por el imaginero de la localidad Genaro Lázaro Gumiel.

Del castaño prácticamente no queda nada sólo parte del tronco que está protegido por una urna de cristal dentro de la primera capilla que se construyó.

El camino por donde paseaban Marcelina y su prima por Chandavila se ha transformado en una carretera asfaltada aunque se ha mantenido en el entrono, con una alfombra verde, el trayecto de 60 metros que hizo Marcelina hasta el castaño.

A partir de entonces Marcelina, tuvo más encuentros con la Virgen, en otras ocasiones acompañada de más personas, entre las que se encontraba su maestra, doña Josefa Martín. Estuvo en un colegio de religiosas de Villafranca de Los Barros para posteriormente ingresar como religiosa en las Hermanitas de la Cruz en Sevilla tomando como nombre Sor María de la Misericordia de la Cruz. Contactamos con la congregación para saber de ella y descubrimos que vive y sigue realizando tareas diarias de cuidados de enfermos, huérfanos y pobres.