

Secciones
Servicios
Destacamos
J.J. GONZÁLEZ
Viernes, 26 de julio 2013, 10:32
Cuando el cacereño Óscar Mateos salió con su bicicleta del barrio de la Mejostilla, donde reside, el pasado sábado no podía imaginar que cinco días después se vería envuelto en una tragedia de estas dimensiones . «El espectáculo era dantesco, terrible es la palabra que lo define», explica a este periódico por teléfono mientras regresaba en coche a Cáceres tras viajar a Santiago de Compostela su hermano para recogerle y traerle de regreso a casa. Y es que Óscar González había emprendido el viaje en bicicleta desde Cáceres para hacer el Camino de Santiago.
Al llegar a Puebla de Sanabria, en Zamora, decidió coger el tren para hacer el último trayecto hasta la capital gallega. «No tenía que haber montado en ese tren», reflexiona ahora, aunque reconoce que, a la vista de las consecuencias de la tragedia, «me puedo dar con un canto en los dientes». En su caso apenas ha sufrido heridas superficiales, que han requerido una docena de puntos en una pierna, un brazo y una mano. La suerte quiso que viajara en el primer vagón, tras la máquina, que se l imitó a volcar y ser arrastrado. En su interior había unas 25 personas y dos de ellas murieron. Se dedicó a labores de rescate y recuerda que era muy difícil sacar a la gente. «Fui el último que salió del vagón», añade y afirma que cualquiera hubiera hecho lo mismo. Guardia civil en excedencia, es profesor de FP en Coria. Está divorciado, tiene dos hijas de 10 y 6 años y se muestra a dispuesto completar el Camino el próximo año.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.