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Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres, durante el encuentro que el Papa Francisco tuvo con los prelados extremeños | CEDIDA
Las gestiones del obispo en Roma
Cáceres

Las gestiones del obispo en Roma

La situación de Guadalupe o el proceso de beatificación de don Leocadio y don Honorio, entre los asuntros tratados en la Santa Sede

PPLL

Domingo, 9 de marzo 2014, 09:38

Maratoniano. Este es el adjetivo empleado por el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, para describir el último viaje que ha realizado a Roma, ciudad en la que vivió durante varios años. El prelado regresó el lunes a Cáceres tras permanecer una semana en Italia

Durante su estancia en El Vaticano, ha aprovechado para tratar el tema de la 'extremeñidad' de Guadalupe o para abordar otras cuestiones pendientes, como los procesos de beatificación de Don Leocadio y Don Honorio. El viaje de Cerro Chaves a Roma está enmarcado dentro de la 'Visita ad Limina', en la que participan todos los obispos españoles. Se trata de una cita que tiene lugar cada cinco años y que sirve de punto de encuentro entre los prelados y el Papa.

«Durante toda la semana, hemos estado visitando las distintas congregaciones, donde hemos estado reunidos todos los obispos tocando los temas que más afectan a las diócesis», explica a su regreso Cerro Chaves. En la Santa Sede, cada congregación equivale a un ministerio especializado en un área. Y al frente de cada una de ellas está un cardenal o un obispo que, siguiendo con el símil, sería el ministro del ramo.

Uno de los primeros temas que Francisco Cerro abordó durante su estancia en Roma fue el asunto de Guadalupe. Surgió en una de las congregaciones vaticanas, donde también estaban el resto de prelados que participaban en la expedición. «Surgieron muchos temas y uno de ellos fue la territorialidad de las diócesis. Sobre todo, por el País Vasco y de algunas diócesis limítrofes con Cataluña. Indirectamente, salió el tema de Guadalupe. Lo que nos dijeron es que los obispos extremeños ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer y que, sencillamente, hay que esperar a que la Iglesia dé una solución de conjunto a otros muchos temas que hay a nivel de España», explica el obispo cacereño. Hay que recordar que, en la actualidad, Guadalupe depende del Arzobispado de Toledo. Pero tanto desde el ámbito político, como el civil, así como desde el eclesiástico se reivindica que pase a pertenecer a una de las tres diócesis extremeñas.

Otra de las congregaciones visitadas por la delegación de Coria-Cáceres ha sido la de la Causa de los Santos. Francisco Cerro recordó que, en estos momentos, la Diócesis tiene dos expedientes en marcha. Uno pertenece al del sacerdote Honorio María Sánchez de Bustamante, nacido en Ceclavín en el año 1886 y nombrado hijo adoptivo de Coria. El otro es el de Leocadio Galán Barrena, fundador de la Casa de la Misericordia de Alcuéscar. Nació en Calamonte en 1910

«Estamos trabajando para que un día se haga realidad, pero no sabemos cuándo», especifica el obispo. El expediente de beatificación del padre Leocadio ya está en Roma. Al proceso de don Honorio le falta algo más. «Todavía está en fase diocesana, no ha llegado a Roma».

El encuentro más especial de todos tuvo lugar el 1 marzo, sábado. Ese día los tres obispos extremeños, junto a los castellanos, charlaron durante una hora y media con el Papa Francisco. «Fue impactante. Me impresionó mucho la figura colosal del Papa alentando la esperanza. Es un hombre que conoce muy bien la iglesia de España y la realidad. En la conversación salió Extremadura, el tema del paro, de la crisis económica... Se le veía muy afectado por el paro juvenil y se preguntaba cómo podía haber generaciones de jóvenes que no tuvieran acceso a un trabajo», relata el obispo.

No ha sido su primer encuentro con el Papa Francisco. Ya se conocían. «Estuve con él hace un mes y pico, en una misa en Santa Marta», cuenta en referencia a la capilla situada en la residencia privada de El Vaticano. «Me da la impresión de que tiene una perspectiva de la iglesia universal y de la humanidad muy clara. Tiene los pies en el suelo y, además, es un hombre que transmite», apostilla Cerro Chaves. El Papa Francisco agasajó a sus invitados con pectorales y rosarios.

Se volvieron a encontrar el lunes, durante la audiencia conjunta que el Papa brindó esta vez a los 83 obispos españoles. Tras este último encuentro, el prelado de Coria-Cáceres se marchó al aeropuerto para regresar a casa. «Ha sido una experiencia muy gozosa», concluye.

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