El Ayuntamiento encarga el proyecto para derribar el Cubo

El Ayuntamiento de Badajoz debe presentar ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura el proyecto para eliminar las dos plantas superiores del Cubo de Biblioteconomía antes de que termine el mes. Los jueces marcaron este plazo en enero, pero no ha sido hasta ayer viernes cuando el equipo de Francisco Javier Fragoso ha aprobado el expediente para la contratación de una asistencia técnica.

Según el primer teniente de alcalde, Alberto Astorga, los arquitectos que consigan la adjudicación deberán establecer cómo terminar la demolición. «Hay que solucionar técnicamente cómo quedará el edificio», señaló. En él se determinará cómo se rematarán las estructuras y cómo queda el encaje del cubo en el edificio del antiguo hospital. «Quitar los dos últimos pisos origina un agujero en la propia estructura que hay que rematar, que es lo que se pretende que se diseñe en este proyecto contratado», añadió.

El importe del contrato es de 33.000 euros y, por tanto, no saldrá a concurso ni tampoco tendrá publicidad. Es el propio ayuntamiento, según permite la Ley, quien invitará a tres empresas diferentes a presentar su oferta. Se quedará con la que considere mejor.

Presentar el proyecto ante el juez es el primer paso para cumplir con la sentencia, según ha dicho Alberto Astorga, pero no el único. «Nosotros presentaremos el proyecto al juez y en él se verá el importe de la actuación así como cuánto tiempo se estima que duren las obras. Después tendremos que habilitar los créditos y seguir los procesos administrativos que marca la legalidad para contratar la obra. El proyecto estará el día 30 en el TSJEx, no habrá omisión del deber judicial», aseveró.

La última vez que los jueces emitieron una decisión sobre este asunto, establecieron que las obras se debían realizar el próximo verano, coincidiendo con las vacaciones de los alumnos para evitar que se altere la vida académica.

Sin embargo, ya entonces el Ayuntamiento indicó que se trata de un plazo difícil de cumplir. Entre otros asuntos, porque esperarán a tener el proyecto para sacar a concurso las obras de demolición y, posteriormente, contratarlas. Los plazos administrativos, han destacado en varias ocasiones, marcarán si se puede cumplir o no. Entre otros pasos, el Ayuntamiento ha indicado en alguna ocasión que el proyecto debe recibir el visto bueno de la comisión provincial de Patrimonio al tratarse de un enclave considerado Bien de Interés Cultural. Un trámite que también requiere de cierto tiempo.

El Ayuntamiento ha tratado de agotar todas las vías para evitar el derribo, pero la última sentencia del Tribunal Supremo lo hace ya prácticamente obligatorio. El TS emitió su sentencia firme el 10 de octubre agotando la vía judicial emprendida por la asociación Amigos de Badajoz en el año 2000. Entonces, ni la Junta de Extremadura ni el Ayuntamiento de Badajoz atendieron a sus primeras críticas sobre el edificio que empezaba a sobresalir en el recinto almohade.

Tras un largo proceso y cruce de recursos por parte del Ayuntamiento y la asociación, finalmente el Supremo ha rebajado las exigencias iniciales de devolver el edificio a su estado previo a la rehabilitación para determinar una serie de actuaciones que coinciden con las sugerencias de la Academia de San Fernando en un informe solicitado por el tribunal. Y todo ello es perfectamente realizable, dijo en su momento el TSJEx y ratificó después el Supremo.

El alto tribunal establece que la licencia de obras era contraria a la normativa urbanística de la ciudad en el momento de concederla, no entra en el aspecto patrimonial. «Nada cabe reprochar» en cuanto a patrimonio histórico, establece el Supremo. En todos estos años que ha durado el proceso Amigos de Badajoz ha defendido que las administraciones deben cumplir las sentencias como el resto de ciudadanos.