"Nunca he aparcado en la plaza de minusválidos"

Nunca he aparcado en la plaza para minusválidos». Son las palabras que el concejal de Seguridad de Badajoz, Alberto Astorga, pronunció el miércoles durante su comparecencia pública para explicar que no había dejado su moto en el reservado para conductores discapacitados que existe en la plaza San José durante la noche del 13 de junio, cuando tuvo un enfrentamiento con el agente de Policía Nacional que estaba de servicio en la oficina situada en plaza.

Eso es lo que ha repetido el concejal durante los últimos días, pero una imagen a la que ha tenido acceso HOY muestra la moto del edil ubicada justo en el espacio reservado para personas con movilidad reducida, tal y como se recoge en el informe policial.

Durante la rueda de prensa que ofreció el miércoles, Astorga insistió en que «esa noche yo no aparco en el parking para minusválidos, primera mentira que contiene el parte policial, sino que aparco en el reservado del Cuerpo Nacional de Policía». Esta es la postura que el responsable municipal del PP ha mantenido hasta ahora.

En su explicación ante los medios de comunicación, Astorga afirmó que la imagen que publicó HOY el miércoles, en la que se marcaba dónde había dejado el concejal su moto, falseaba el lugar donde la estacionó.

En la fotografía que ahora publica HOY se observa con claridad la presencia de la motocicleta particular de Alberto Astorga, una Suzuki Burgman de 650 centímetros cúbicos que se encuentra estacionada en el hueco (señalizado con líneas blancas) que dejan los dos coches aparcados en las plazas de discapacitados que hay en la plaza de San José. La matrícula, que ha sido eliminada por seguridad, coincide con la que aporta el informe de la Policía Nacional.

Una señal situada delante de la motocicleta alerta a los automovilistas de que en ese lugar solo pueden parar los vehículos que disponen de la autorización para discapacitados. El firme de esos dos huecos está cubierto de color azul y en el centro está marcada, con pintura blanca, la silueta de una silla de ruedas, símbolo universal de los estacionamientos reservados a las personas con movilidad reducida.

No es la única contradicción. En la misma intervención Astorga contradijo al Ayuntamiento de Badajoz al reconocer la existencia de un parte policial en el que se recogía el percance que había tenido con el agente. Sólo un día antes, el Consistorio había negado que hubiese informe.

Una señal situada justo delante de la motocicleta alerta a los automovilistas de que en ese lugar sólo pueden parar los vehículos que disponen de la autorización para discapacitados. Además, el firme de esos dos huecos está cubierto de color azul y en el centro está marcada, con pintura blanca, la silueta de una silla de ruedas, símbolo universal de los estacionamientos que se reservan a las personas que tienen la movilidad reducida y se ven obligadas a dejar sus coches.