Borrar
Milka, 'la chocolate', una de las perras del Equipo de Guías Caninos de la Policía Local.:: C.M.
'La chocolate', un arma contra el menudeo de droga

'La chocolate', un arma contra el menudeo de droga

Milka, una de las perras que busca estupefacientes para la Policía Local, es famosa entre los traficantes por su efectividad

Natalia Reigadas

Sábado, 19 de marzo 2016, 00:35

Cuando la ven en el coche de la Policía Local, algunos consumidores y vendedores de droga entregan sus alijos de forma voluntaria. «Que va a salir la chocolate», se lamentan. Es el mote que le han dado a Milka, una de las perras del Equipo de Guías Caninos, que se ha ganado la fama en la calle por su efectividad. «Saben que no falla, que lo va a encontrar y a veces te dan la droga antes de que ella la señale», explica Dolores Suárez Marcelo, agente local y su adiestradora.

La precisión de este animal contra el menudeo de droga es sorprendente. Recientemente en Las Vaguadas identificó a un grupo de personas que habían escondido drogas en unos arbustos. Los agentes locales recogieron las sustancias ilegales, pero Milka les advirtió que había algo más escondido en un agujero. Era un teléfono móvil de alta gama que acababa de ser robado a un vecino de este barrio. El can lo localizó porque los delincuentes habían tocado el dispositivo después de manipular las drogas. Detecta rastros muy pequeños.

Junto a Milka, una labrador retriever de cinco años, trabajan otras dos perras, Nala, una labrador de ocho que pronto se jubilará y la pastor belga Gala, que tiene tres. Van de la mano de Dolores Suárez y otro agente local que refuerza el equipo cuando es necesario. Son capaces de rastrear drogas de todo tipo. Lo más común es que localicen hachís y marihuana, pero pueden encontrar cocaína o incluso pastillas, por ejemplo, de éxtasis. La chocolate también está adiestrada para oler pólvora quemada, por lo que puede encontrar armas o casquillos.

Los vecinos que no ceden y no entregan su alijo, no suelen lograr esconderlo durante mucho tiempo. Estas perras son capaces de detectarlo aunque esté mezclado con otros olores para despistar, como el café. También identifican bien los lugares complicados. Han encontrado pequeñas cantidades de droga en la funda del volante de un coche o incluso dentro del emblema del vehículo. También es muy común en los zapatos de los sospechosos.

Recientemente los agentes detuvieron un coche sospechoso en la calle Rivillas, pero no encontraban droga dentro. Milka señaló la parte inferior del vehículo y se sentó, la señal que usa para indicar que hay algo. Los ocupantes habían tirado debajo un paquete grande de hachís esperando burlar a la policía, pero esta rastreadora no falla.

El objetivo fundamental de este equipo de la Policía Local, explica su responsable, es hacer una labor preventiva. La mayor parte de las drogas que incautan son pequeñas cantidades, especialmente en el núcleo urbano y en eventos de la ciudad. Dolores Suárez detalla que el tráfico a mayor escala es función de la Policía Nacional y la Guardia Civil que también cuentan con perros rastreadores. A nivel local, en Extremadura solo Badajoz, Plasencia, Cáceres y Villanueva de la Serena cuentan con equipo de guías caninos.

A diario el trabajo de los animales es entrenarse por las mañanas y, en ocasiones, visitar colegios para hacer exhibiciones. Dolores Suárez trabaja con los escolares para prevenir el consumo de drogas. Por las tardes patrullan algunas zonas de la ciudad, por ejemplo, la estación de autobuses, donde se encargan de controlar los equipajes. También participan en controles de vehículos.

Parte de su labor se desarrolla en los eventos como Los Palomos, Carnaval, la fiesta de la primavera, el Contempopránea...

Cómo son adiestrados

Los perros comienzan a prepararse con un año y su aprendizaje se completa en torno a los cuatro, aunque nunca dejan de incorporar conocimientos. En una semana pueden aprender a rastrear un nuevo olor y comenzar a detectarlo.

«Se les enseña con el juego de buscar y aprovechando que su instinto es desarrollar el olfato. Les enseñas un olor y cuando lo encuentran, reciben un premio como jugar con una pelota o con el rodillo. Se obsesionan con buscar. Les gusta», explica su preparadora.

Como Milka, el equipo de perros rastreadores de la Policía Local ha cumplido cinco años. La iniciativa partió de Dolores Suárez. Siempre le han gustado los animales y le llamaba la atención la posibilidad de adiestrar un perro policía. Finalmente decidió acudir a Ciudad Real por su cuenta para recibir formación y comenzó a trabajar con Nala y Milka.

Tras varias pruebas, la Policía Local decidió crear oficialmente el equipo. Ahora, además de su labor habitual, Dolores Suárez también se ocupa de gestionar todos los temas de la Policía Local relacionados con animales, desde quejas de vecinos al control de las razas potencialmente peligrosas o denuncias por maltrato.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy 'La chocolate', un arma contra el menudeo de droga