Los alumnos del Castelar hacen un diorama del instituto en 1942

No le falta detalle. Desde las piedras de la muralla hasta los barrotes de las ventanas, pasando por el escudo de la fachada, con el águila propia de la época. Un diorama devuelve al instituto Castelar a 1942, fecha de su fundación.

El proyecto comenzó a forjarse en 2010 y ha tardado seis años en hacerse realidad. En la construcción de la maqueta han participado alumnos de once clases de diversificación a lo largo de seis cursos académicos distintos. Todos han trabajado en las horas de Tecnología bajo la batuta de Ignacio Romero Castro, profesor de apoyo al área práctica del Departamento de Orientación. «Propuse hacer algo así para que quedara para la posteridad en el centro y que sirviera como homenaje para la gente que ha pasado por aquí. De este centro fue director, por ejemplo, Adelardo Covarsí», explica Romero.

La maqueta refleja cómo era el instituto cuando se inauguró, en 1942. El centro comenzó a construirse en agosto de 1934 en un solar de 773 metros cuadrados situado en el Baluarte de San Vicente. Las obras solo pudieron completarse una vez que concluyó la Guerra Civil, entre 1940 y 1941. El centro se inauguró un año después con el nombre de Escuela de Artesanos de Badajoz. «Aquí había forjas, preaprendizaje, aulas de costura...», explica el responsable del proyecto.

El trabajo de elaboración de la maqueta comenzó tomando medidas del edificio para fijar la escala. Luego empezó la construcción, en la que se han utilizado diversos materiales. «El suelo está hecho con arena y está texturizado. Hay zonas hechas con masilla. Las ventanas van en madera y los árboles están hechos con alambre y estaño», apunta Romero. La maqueta, que cuenta con una instalación eléctrica, también tiene figuras y coches de época y recrea el entorno del instituto, incluida la Poterna de San Vicente.