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El tráfico ha quedado cortado en el cruce de la avenida Pardaleras y la calle Rivilla. La zona está acordonada por el riesgo de derrumbe de un edificio de cuatro plantas situado en la esquina.
El inmueble, situado junto a la plaza de toros, fue declarado en ruinas en 2012 tras detectarse graves daños en los cimientos. Posteriormente se instaló un andamio de grandes dimensiones para asegurar la estructura.
El Ayuntamiento ha tomado esta decisión al comprobar que una de las grietas de la fachada, a pesar de estar sujeta por el andamio, se ha agrandado. Se espera que esta tarde se valoren los daños para decidir si se mantiene la calle cortada al tráfico.
Los ocho vecinos propietarios se marcharon en 2012 tras el informe del Ayuntamiento que declaró en ruinas sus viviendas. En 2016 ganaron un juicio contra Aqualia. La empresa concesionaria del servicio de aguas fue condenada a reparar el inmueble al considerarse probado que una fuga en la red de aguas daño los cimientos. El edificio sufre problemas desde 1997.
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