![Elisa Barrientos, directora del Imex, y la arquitecta Beatriz Cáceres, en el pasillo de las mujeres.](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/201801/03/media/cortadas/bad3-k2ZB-U505344627460P-624x385@Hoy.jpg)
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Las obras de la nueva Casa de la Mujer y del Menor de Badajoz ya han terminado. Los trabajos que comenzaron a principios de esta década ya se han dado por concluidos y ahora solo falta equipar las nuevas instalaciones –para lo que hay un presupuesto inicial de 300.000 euros– y tramitar las licencias de apertura y ocupación para que entren en funcionamiento.
La previsión de la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex), Elisa Barrientos, es que la Casa de la Mujer abra sus puertas en este primer semestre. Se convertirá en uno de los edificios públicos de mayor inversión en Badajoz, ya que rondará los tres millones de euros.
HOY ha acompañado a Barrientos a la primera visita a la nueva instalación tras la finalización de las obras a mediados de diciembre. La nueva Casa de la Mujer, que está en la avenida de Elvas, entre el Centro Comercial Conquistadores y el Hospital Infanta Cristina, se articula en tres edificios conectados, cada uno con una función.
Dos de ellos serán de uso privado y se destinarán a dar acogida a mujeres y menores de edad víctimas de violencia de género. El edificio puramente residencial cuenta con catorce habitaciones que se ordenan en torno a un patio. «Los espacios de las casas son muy fluidos, no hay recovecos ni rincones. Hemos intentado hacer un edificio muy luminoso y doméstico para que las mujeres se sientan a gusto», cuenta Beatriz Cáceres, arquitecta de la Casa de la Mujer.
Se pasa así de las tres habitaciones que tiene ahora la Casa de la Mujer a catorce, con capacidad para 28 plazas, lo que permitirá que Badajoz ofrezca estancias de larga duración –más de tres meses– a las víctimas.
Esta es la zona de mayor privacidad y la más vigilada para garantizar la protección de las víctimas. Cuenta con circuito de cámaras de seguridad y en todas las habitaciones las ventanas tienen cerraduras y las persianas están controladas.
El espacio residencial está pensado para las mujeres que necesitan protección, bien por un riesgo físico por parte del maltratador o por un deterioro personal. «La prioridad número uno son las mujeres que vienen derivadas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero también se puede acceder de manera privada, no tienes por qué haber interpuesto una denuncia ni venir de una agresión, puedes encontrarte sin recursos y solicitar protección», detalla Elisa Barrientos, quien recuerda que el lema de las casas de las mujeres es «primero se acoge y luego se pregunta».
La mayor capacidad de acogida implicará también la contratación de más personal para dar asistencia a las mujeres. A este respecto, el año pasado la Junta de Extremadura ya sacó a licitación el concurso para la gestión de los espacios de acogida en Cáceres y Badajoz, teniendo en cuenta la ampliación de personal.
El edificio de servicios servirá de apoyo a las mujeres y a los menores acogidos. Aquí se aglutinan la cocina, el comedor, la lavandería y la guardería, esta última dividida en un espacio infantil y otro juvenil. Para la directora del Imex, la guardería es «la joya del edificio porque demuestra que aquí hay vida, ya que una cosa es proteger físicamente a las víctimas y otra meterlas en la oscuridad».
La otra joya será el huerto urbano, que se concebirá como parte de la terapia de las mujeres y también para su autoabastecimiento. Aquí se trasladará el proyecto intergeneracional que se desarrolla en la Casa de la Mujer de Cáceres y que consiste en que las tareas del huerto las compartan las mujeres con los abuelos de las residencias de ancianos.
El tercer edificio será la Casa de la Mujer propiamente dicha. Será la zona de acceso público y de carácter cultural, que triplicará las actuales instalaciones de María Auxiliadora. Aquí se concentrará la zona administrativa y asistencial, las aulas de formación, el centro de documentación de la mujer y el salón de actos.
En este edificio, destaca el pasillo de las mujeres, un espacio en el que pueden leerse los nombres de Agustina de Aragón, María Calas, Frida Kahlo, Gloria Fuertes, Alison Smithson, Grace Kelly, Sally Ride, Rigoberta Menchú, Rosalía de Castro o Ana Frank, entre otros nombres de mujeres que han pasado a la historia. Este espacio servirá como sala de exposición, una opción que no ofrecen las actuales instalaciones.
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