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El entierro tuvo lugar a las seis y media de la tarde de ayer en Navalmoral de la Mata.
«Maltrató a su primera mujer y a la segunda la mató»

«Maltrató a su primera mujer y a la segunda la mató»

Más de 600 personas acudieron ayer en Navalmoral de la Mata al entierro de la víctima, Tamara Simón Barrut, que hoy cumpliría 24 años, fallecida a la salida de Cáceres

Sergio Lorenzo

Viernes, 13 de marzo 2015, 00:40

«¡Ese canalla la ha matado! La pobre, que tenía un hijo de año y medio y era la gitana más guapa». La mujer se lamenta en la puerta del cementerio de Cáceres, mientras los forenses realizan en un edificio situado dentro del camposanto, a pocos metros, la autopsia al cadáver de Tamara Simón Barrut, que hoy cumpliría 24 años. Numerosos familiares de Tamara ocupan en la mañana de ayer la explanada de la entrada al cementerio, acompañados por la dotación de un coche de la Policía Nacional. Por la tarde acudieron a su entierro en Navalmoral de la Mata.

Es bastante significativo que sea el juzgado número 6 de Cáceres el que está investigando la muerte de Tamara Simón, ya que es el encargado de la violencia de género. Entre los familiares de la fallecida no había duda de que su marido la había matado, «le daba mala vida, ya una vez la maltrató en Madrid y tuvo que atenderle el Samur», decía un cuñado de la joven fallecida mientras esperaba el resultado de la autopsia. Una tía suya añadió, «pongan ustedes que ya maltrató a su primera mujer, y a su segunda mujer, a mi sobrina, la ha matado».

Una cosa que no se entendía ayer es que según la familia el matrimonio iba a ir a comer a Navalmoral de la Mata, y de hecho un hermano de Tamara la llamó porque les estaban esperando y tardaban.

Además, la joven no se cayó o la tiraron de la furgoneta en una vía que fuera en dirección a Navalmoral, sino que perdió la vida a las cuatro y media de la tarde, saliendo de Cáceres, en el kilómetro 555, en el carril de incorporación a la Autovía de la Plata... pero en sentido hacia Sevilla. El acceso es el que está cerca de Aldea Moret.

Algunos piensan que tal vez habían quedado con alguien en el barrio cacereño para venderles zapatillas, después del mercadillo de los miércoles, en donde la actividad finaliza bastante antes de las tres de la tarde

Tamara llevaba poco más de dos años casada con Jesús Jiménez, de 24 años, acusado de su muerte tras arrojarla, supuestamente, de la furgoneta la tarde del miércoles, en el kilómetro 555 de la A-66 (autovía de la Plata), justamente el carril de entrada a la autovía desde la carretera de Badajoz, en las proximidades de Aldea Moret. Él pasó la jornada entera de ayer en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Cáceres.

Ambos eran vendedores ambulantes con residencia en Madrid, pero venían bastante a Navalmoral de la Mata en donde ella tenía familia. Acudían a vender a los mercadillos de la provincia mientras en la ciudad morala la madre les cuidaba al niño. El miércoles vinieron al mercado franco de Cáceres con su furgoneta, y en Vegas del Mocho pusieron su puesto de zapatillas. La familia de Tamara aún desconocía ayer por qué al terminar la mañana no regresaron directamente a Navalmoral de la Mata.

La realidad es que a las cuatro y media de la tarde la furgoneta estaba tomando la autovía de la Plata, y en el carril de incorporación en dirección a Sevilla se abrió la puerta del copiloto de la furgoneta con el vehículo en marcha. Tamara cayó al asfalto y se dio un golpe mortal en la cabeza. Aunque fue trasladada al San Pedro de Alcántara, falleció en el hospital.

Su marido no huyó, fue detenido y se espera que hoy o mañana sea trasladada ante la titular del órgano judicial que investiga las agresiones a mujeres. La Delegación del Gobierno en Extremadura ha indicado al Diario HOY que Jesús Jiménez está acusado de homicidio.

Ayer todo eran conjeturas en el cementerio, y mientras muchos no dudaban de que Jesús había procurado intencionadamente la muerte a su mujer, unos indicaban que quizás el golpe que tenía en la cabeza, el que la mató, puede que ya lo tuviera cuando «fue tirada» a la carretera.

Hay que tener en cuenta, no obstante, tal y como indicaban fuentes ligadas a la investigación, que el vehículo donde ocurrieron supuestamente los hechos es una furgoneta, muy ancha, en donde es difícil que una persona que va conduciendo pueda al mismo tiempo abrir la puerta del copiloto y empujar a otra persona. Tal vez, ella prefirió abandonar la furgoneta en marcha para salvar su integridad física u otro motivo.

Autopsia

Todas estas hipótesis se barajaban ayer a la espera del resultado de la autopsia que se le realizó ayer. Una vez que los forenses finalizaron su trabajo, los familiares acompañaron al cadáver de Tamara al cementerio municipal de Navalmoral, en donde según informa, se reunieron más de 600 personas. Vigiló la Guardia Civil y Policía Local. No hubo altercados y no apareció ningún familiar del marido, que es natural de Madrid.

Antes de llevarse el cuerpo de Tamara a enterrarlo, en Cáceres un patriarca decía a este medio: «Esto nunca ha ocurrido entre gitanos. Nunca un gitano mata a su mujer. Cuando uno tiene problemas con la mujer, se arregla el asunto entre las familias de los dos. Aquí ha ido todo muy rápido... y no nos ha dado tiempo a la familia de ella a intervenir antes».

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