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M. J. T.
Miércoles, 27 de mayo 2015, 07:58
El Paseo de Cánovas acoge desde ayer uno de los reclamos clásicos de la Feria de San Fernando. La muestra regional de artesanía y agroalimentaria permanecerá en el corazón verde de la ciudad hasta el próximo domingo, 31 de mayo. Valentín Pacheco, primer teniente de alcalde, fue el encargado de inaugurar una cita que este año ha dado un estirón. Subrayó que hay 77 casetas, cuatro más que en la edición de 2014. 50 empresas y diez asociaciones sin ánimo de lucro dan contenido a estos expositores.
Por un lado están los productos de alimentación. El visitante podrá encontrar una buena representación de quesos y embutidos de la provincia. No faltan las degustaciones de torta del Casar por un euro y las cajas de cerezas del Jerte por cuatro euros y medio. Miel, dulces y licores completan este paseo gastronómico.
Entre los artesanos que acuden a esta convocatoria se encuentran José Pajares y Domingo Rosado. Pajares es de Arroyo de la Luz y domina la técnica del barro. Rosado, de Ceclavín, es orfebre. Cada uno en su especialidad, atesoran en sus manos oficios centenarios. «Esta feria viene bien para promocionarnos y darnos a conocer», apunta Domingo.
Colectivos como ACISJF, Aspainca o la Asociación Española Contra el Cáncer aprovechan la feria para recaudar fondos con la venta de manualidades. Y la Asociación de Alcohólicos Nominativos Extremeños recoge libros para su biblioteca.
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