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María José Torrejón
Martes, 18 de agosto 2015, 07:16
Primer lunes de la segunda quincena de agosto. Doce y cinco minutos de la mañana. Avenida de Antonio Hurtado. Una furgoneta de color gris deja atrás la Plaza de América y se dirige hacia la calle Sánchez Manzano. Antes de efectuar el giro, la luz del semáforo se pone en rojo. Pero el vehículo no se detiene. Su infracción fue fotografiada y grabada en vídeo por el dispositivo de fotorrojos que hay instalado en este punto de la ciudad. El conductor recibirá la sanción en unos días. Tendrá que hacer frente a una multa de 200 euros y se quedará, además, sin cuatro puntos de su carné de conducir.
Ayer comenzaron a funcionar al cien por cien las cuatro cámaras de control situadas en otros tantos puntos estratégicos de la ciudad. Entre el 1 de marzo y el 10 de julio han estado en periodo de pruebas. Pero ahora ya están a pleno rendimiento. Todos los vehículos que se salten los semáforos en rojo serán multados. Estos dispositivos están ubicados, en concreto, en Antonio Hurtado (en el cruce de la Plaza de América y en el de la calle Sánchez Manzano) y en la avenida de Hernán Cortés (en el cruce de la Madrila y en la zona de la Plaza de Toros).
Las imágenes captadas por estas cámaras son visualizadas desde las dependencias de la Policía Local, donde pasan dos filtros. Un técnico de tráfico de Sice -empresa concesionaria del mantenimiento de los semáforos- hace una primera validación de la matrícula del vehículo sancionado, la marca y el color. Y, posteriormente, las imágenes pasan por las manos de un agente de la Policía Local, según explica Isabel Mendoza, jefa en funciones de la Policía.
El primer día con los fotorrojos a pleno rendimiento se saldó sin incidentes, apunta Mendoza. El Ayuntamiento facilitará hoy el número de vehículos sancionados durante esta primera jornada.
Junto a los dispositivos se han instalado carteles informativos para alertar a los conductores de la puesta en marcha de este sistema de control. «Atención. Control de semáforo en rojo. Zona videovigilada», se puede leer en letras blancas sobre fondo azul. Hay que recordar que los fotorrojos son radares de semáforo pero no miden la velocidad. Solo controlan si el vehículo se para cuando debe hacerlo o no.
Los conductores sancionados recibirán días más tarde la multa a domicilio. ¿Cuándo? No hay un plazo exacto determinado, pero se dilata algo más de una semana. La Policía Local tarda seis días en enviar la sanción al Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria (Oargt), dependiente de la Diputación Provincial de Cáceres, encargado también de cobrar impuestos como el IBI (impuesto de bienes inmuebles).
Este organismo descarga una vez a la semana todas las multas y esa misma mañana las envía por correo a los conductores denunciados. Una vez que reciban en su domicilio la notificación, dispondrán de un periodo de pago voluntario (20 días) en el cual la sanción se reduce a la mitad. Es decir, pagarán 100 euros en lugar de los 200. Los conductores cazados por los fotorrojos también perderán cuatro puntos del carné de conducir, tal y como establece el código de circulación para todos aquellos que se salten un semáforo en rojo.
Buena acogida
Tanto conductores como peatones aplaudieron ayer la puesta en marcha de estos dispositivos en la ciudad. Durante el periodo de prueba de los fotorrojos, el radar situado en el cruce de Hernán Cortes con la Madrila ha sido el más activo y ha registrado un total de 472 infracciones, aunque en este caso los conductores no fueron multados.
La papelería de Julián Paniagua está ubicada muy cerca de este cruce. La medida, valora, es favorable. «Lo que ocurre es que muchos coches aceleran cuando ven el semáforo en ámbar y pasan a 70 u 80 en lugar de reducir y parar. Van a caer muchos», opina. «Esta es una avenida conflictiva, donde ha habido muchos accidentes. Es una de las vías con más circulación de Cáceres y me parece muy bien que pongan en marcha los fotorrojos», apostilla Paniagua.
También son habituales de Hernán Cortés Miguel Fernández y Gloria Román. Residen en las inmediaciones de la Plaza de Toros. «Me parece correctísimo que multen. Lo que tenemos que hacer todos es pararnos cuando veamos el semáforo en ámbar», apuntan mientras cuentan que es habitual ver a vehículos que pasan con el semáforo de color rojo.
«Es peligrosísimo; va a caer mucha gente», dice José Portillo, taxista de profesión, en referencia a los fotorrojos. «Es muy difícil frenar de golpe», zanja.
En Badajoz el sistema de fotorrojos se implantó en 2012, también durante el verano. Durante la primera semana de funcionamiento, los dos dispositivos instalados contabilizaron un total de 97 infracciones. Los radares pacenses captan la secuencia de imágenes de los vehículos que ignoran la luz roja de los semáforos dos segundos después de que se encienda.
Entre marzo y julio, la Policía Local de Cáceres ha contabilizado un total de 1.311 infracciones durante el periodo de prueba de los fotorrojos, lo que arroja un balance de nueve por día. La recaudación municipal se podría haber ido hasta los 262.000 euros en el caso de haber sido estricta la aplicación de la normativa desde el primer momento.
«Va a caer mucha gente; es muy difícil frenar de golpe. Me parece peligrosísimo».
«Pensaba que medían la velocidad de los coches y que ya estaban multando».
«Tenemos la mala costumbre de pasar los semáforos en rojo y podemos matar a alguien. Estoy a favor de esta medida».
«Muchos coches aceleran cuando ven el semáforo en ámbar en lugar de reducir y parar. Me parece muy bien».
«Creo que es correctísimo que multen. Lo que tenemos que hacer es parar cuando veamos el semáforo en ámbar».
«Está bien que multen a los conductores que se pasen los semáforos en rojo».
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