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María José Torrejón
Miércoles, 12 de octubre 2016, 00:23
La coincidencia en el tiempo de dos rodajes simultáneos en la Ciudad Monumental de Cáceres La Catedral del Mar y Still Star-Crossed ha permitido a cientos de cacereños coquetear con el mundo de la interpretación, las cámaras y la ficción como extras. Entre ellos está Jesús Pablos Castañeda (Guijuelo, Salamanca, 1977). En su caso, ha hecho triplete. O va camino de lograrlo. Además de participar como figurante en estas dos series, también ha sido preseleccionado para formar parte de Juego de Tronos, que desembarcará en Los Barruecos y la capital cacereña del 14 de noviembre al 15 de diciembre. 2.400 hombres y 600 mujeres pasaron el casting celebrado el pasado 13 de septiembre en Malpartida de Cáceres. De ellos, 450 figurarán finalmente en las filmaciones. Jesús Castañeda puede ser uno de ellos.
Lo suyo con la interpretación va más allá de la anécdota. Es su trabajo, aclara al inicio de la entrevista. Llegó hace 16 años a Cáceres para estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones, en la especialidad de Imagen y Sonido. Sin embargo, decidió cambiar de rumbo. Hizo el ciclo formativo de producción audiovisual en el IES El Brocense y más tarde se matriculó en la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático), donde está a punto de terminar su formación en dirección escénica y donde le conocen por el nombre artístico que adoptaba para su personaje de clown, Chus Chupachus. En estos momentos, aclara, se hace llamar Chus Pablos.
Al enterarse de que las series que habían elegido Cáceres para rodar eran de época, Jesús comenzó a introducir pequeños cambios estéticos en su look con el fin de dar el perfil adecuado. Se dejó barba y el pelo más largo. El primer casting al que se presentó fue el de Still Star-Crosed, la secuela de Romeo y Julieta producida por la cadena norteamericana ABC. Hay que recordar que el rodaje de esta serie se prolongará hasta diciembre y que ha elegido Cáceres como cuartel general durante cinco meses.
El 29 de julio comenzó el casting con grandes colas a las puertas de la Plaza de la Concepción. «Me dieron el número 2. Yo fui el día anterior porque quería trabajar y me empecé a mover. Al ser productor audiovisual, me ofrecí para realizar cualquier tipo de tarea. Al final, me ofrecieron figuración», cuenta. Desde entonces, ha rodado en ocho ocasiones para esta serie. No da muchos detalles porque todos los extras de este tipo de producciones firman una cláusula de confidencialidad. Además, tienen prohibido llevar los móviles y hacerse fotos caracterizados. «Hay mucho secretismo porque son productoras muy importantes y cualquier información se puede convertir en viral».
60 euros al día
Ser figurante tiene una compensación económica que gira en torno a los 60 euros netos al día, horas extras incluidas. «Tienes que tener un concepto claro. Te pagan por esperar. Te convocan a una hora y tienes que vestirte, maquillarte, peinarte... para estar preparado para salir en el momento en el que vayan a grabar. Son muchas horas y todo este tipo de proyectos requieren mucha organización. Pero es muy emocionante ver todo desde dentro», admite. Le ha tocado madrugar. Los rodajes arrancan entre las seis y media y las siete de la mañana y se prolongan hasta las nueve de la tarde.
«El trato y el cuidado es exquisito», añade el alumno de la ESAD al tiempo que subraya que las tres producciones respetan el convenio de figuración de 2016, aprobado por la Unión de Actores, en lo que respecta a horarios y dietas.
En sus jornadas de grabaciones ha compartido trabajo con extras alejados del mundo de la interpretación: dueños de bares, empleadas de limpieza y trabajadores de oficina que cambian turnos para vivir una experiencia diferente. «Es gente que busca una experiencia vital». No es su caso.
El aterrizaje del equipo de La Catedral del Mar en Cáceres del 16 al 23 de septiembre le permitió conocer a uno de sus actores más admirado: José María Pou, que forma parte del reparto de esta serie producida por Diagonal TV para Antena 3. Esta inspirada en la novela homónima de Ildefonso Falcones, que tiene como hilo conductor la construcción de la basílica de Santa María del Mar de Barcelona.
Durante las dos jornadas en las que participó como figurante, Jesús Pablos se metió en la piel de un alguacil y en la de un bastaixo, esa figura que aparece en la novela y que hace referencia a los descargadores del puerto la Barcelona del siglo XIV, impulsores de Santa María del Mar.
«Rodamos en Santa María y en San Mateo. He compartido plano con José María Pou y con Michelle Jenner. No sé si al final saldré. Para mí ha sido un orgullo estar al lado de José María Pou, que es una eminencia en el mundo del teatro», relata. Fuera de foco, tuvo la oportunidad de charlar con el actor. «Le di las gracias porque estuviera en Cáceres».
Ahora su mirada está puesta en la serie más premiada de la historia: Juego de Tronos. Es, confiesa, seguidor del drama fantástico de la productora HBO. «El casting fue cansado, con colas muy largas, aunque cuando llegamos encontramos menos gente de la que esperábamos». 3.000 aspirantes se presentaron a la primera jornada. «Formar parte de sta producción sería para mí un gran logro», admite.
Consciente del momento dulce que está viviendo Cáceres en el terreno audiovisual, cree que no tardarán en llegar nuevos títulos. «Para la ciudad es algo muy bueno: desde el punto de vista turístico, para la hostelería y para las inmobiliarias. Es una manera de traer trabajo a corto y largo plazo», zanja. Palabra de figurante.
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