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La experta en educación María Acaso en una reciente conferencia sobre innovación . :: HOY
«Tenemos la necesidad de transformar la educación en un lugar creativo»

«Tenemos la necesidad de transformar la educación en un lugar creativo»

María Acaso | Profesora e investigadora ·

La docente, que propone revolucionar el sistema educativo para mejorarlo, ofrece el lunes una conferencia en el Centro de Profesores y Recursos

CRISTINA NÚÑEZ

CÁCERES.

Domingo, 28 de enero 2018, 09:29

María Acaso dice que ya son legión los profesores que abogan por el cambio, y que son muchos los centros y los docentes que, contra viento y marea, se están sobreponiendo a las consecuencias de la última reforma educativa y quieren hacer las cosas mejor. Esta afirmación es esperanzadora, aunque no evita el retrato lóbrego de la educación en España. Acaso, nacida en Madrid en 1970 y profesora universitaria de Educación Artística, es una líder de la revolución educativa, un movimiento que pretende poner patas arriba los antiguos (y poco efectivos, sostiene) métodos para elevar la calidad del sistema en el que están inmersos niños y jóvenes españoles.

El 'Art Thinking', usar el arte como metodología educativa y la 'Reduvolution', con cinco elementos transformadores, son los conceptos teóricos sobre los que pivotará su conferencia de mañana lunes en Cáceres. El Centro de Profesores y Recursos (CPR) ofrece esta cita abierta a toda la comunidad educativa que se celebra en la sede de Gómez Becerra de 17 a 20 horas. Hay expectación entre los maestros y profesores cacereños que pelean su porción de cambios.

-Mañana habrá muchos profesores y también estudiantes de Magisterio. Quizás algunos padres. ¿Qué les contará?

«La Lomce ha creado una de las aberraciones más grandes eliminando las artes de Primaria»

-Yo entiendo mis charlas como una obra de arte, porque yo defiendo que los profesores podemos ser también artistas y que nuestras obras de arte son nuestras conferencias, nuestros libros, todas las cosas que producimos. Estoy trabajando en base al último libro que he escrito, que se llama 'Art Thinking' y que está enfocado a la formación del profesorado. Me centro en la idea de cómo poetizar la educación. Me planteo por qué la educación siempre se concibe como algo muy duro, por aquello de que la letra con sangre entra, todo muy técnico, muy teórico, todo basado en lo matemático. Tenemos una necesidad muy grande de transformar la educación en un lugar 'sexy', en un lugar divergente, creativo y que tenga todo aquello que es lo poético, que es todo lo que está relacionado con la sorpresa, con lo inesperado, con la estética, con la sonoridad, con cómo convertir la educación en algo que nos motive y algo que esté vinculado con el placer. A la charla de Cáceres viene también mi compañera de Pedagogías Invisibles Andrea de Pascual.

-¿Abordan todos los niveles educativos?

-Sí. Consideramos que Infantil es la franja más poética, donde se trabaja a través de asambleas, donde no hay sillas ni mesas y todo eso se va perdiendo y cuando se llega a la Universidad es el horror máximo. Nosotros decimos que la Universidad debería ser un aula de Infantil.

-¿Qué es lo que pasa para que curso a curso, se vaya perdiendo ese contenido más emocional y sorprendente que está ligado con el aprendizaje?

-Lo que va ocurriendo es que según vamos subiendo en los niveles educativos, y más con un elemento de cierre tan importante como es la Selectividad, se va endureciendo ese paso de nivel. Eso significa acercarnos a unas metodologías que creemos que son las adecuadas para pasar la Selectividad, pero que van convirtiendo el sistema educativo en lo que yo llamo un simulacro. Los profesores hacen que enseñan, los alumnos hacen que aprenden pero lo que sucede es sólo la certificación. Además, a medida que van pasando los cursos se tiene la idea de que cuanto más duro es un profesor mejor, más exigente. Es un error, sería como pensar que el mejor médico es al que se le mueren más pacientes. Hay que llenar las clases de placer y eliminar la idea de lo duro y de lo doloroso.

-Son muchos ya los profesores por el cambio, y hay mucha teoría, pero parece que eso no se percibe aún en la mayoría de las aulas.

-Eso tiene mucho que ver con una cuestión política. No interesa. Estamos inmersos en una política educativa neoliberal, llevamos varios gobiernos seguidos del PP y a mí no me parece casual que se haya producido esa regresión, porque esa regresión de alguna manera hace que los niños no aprendan. Lo que quieren las instituciones es que los niños no aprendan, que sean personas sumisas, consumidores en lugar de ciudadanos. La Lomce ha creado una de las aberraciones más grandes de los últimos tiempos y es eliminar las artes de la Educación Primaria, convertirlas en una optativa, cuando las artes deberían ser la base.

-Pero los maestros que están a pie de aula no creo que no quieran que los niños no aprendan.

-Claro, pero si tú eres un maestro de escuela pública que te cambian de colegio cada año, o eres un interino y tienes muy poca independencia para tomar tus decisiones en el centro, lo tienes difícil. Al final los profesores innovadores son como francotiradores, personas que están aisladas. Si desde las instituciones se fomentara la innovación, otro gallo nos cantaría. El problema es que un profesor innovador puede serlo cinco o seis años, al séptimo está agotado. Pero además de esto, yo digo que existen las microrrevoluciones de los profesores. Hay muchos profesores que entienden que esto es lo que tiene que ocurrir, que esto es lo que tienen que hacer y en los últimos cinco años ha habido un avance muy grande, cada vez somos más. También hay quien no entiende cuando yo digo que hay que engañar al inspector. A veces surgen heridas y surgen ampollas, pero esto es hacer activismo.

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