

Secciones
Servicios
Destacamos
MIGUEL LORENCI
Viernes, 14 de noviembre 2014, 07:43
Javier Cercas (Ibahernando, 1962) está «feliz» con 'El impostor' (Random House). Otra «rara» novela 'cerquiana' que cuestiona el género. Realidad y fábula se alían para recrear las falacias de Enric Marco (1921), el tramposo patológico que se hizo pasar por víctima del holocausto y prisionero imaginario de los campos nazis. Investiga Cercas a Marco, le da voz y chapotea en el fango del tramposo.
¿La novela no debía ser ficción?
Es una idea aceptada que pongo en duda. La maravilla de la novela, como la entendía Cervantes, es que vale y cabe todo. La asumo y aprovecho sus infinitas posibilidades.
¿Hasta ensancharla como un acordeón y dinamitar el género?
Es lo que más me gustaría. La hemos reducido a una carrera de bólidos que cuenta un drama ficticio a toda velocidad. Pero ni para Cervantes ni para Sterne era eso. Y es un banquete con muchos platos, un gran guiso que no excluye nada. Admite todos los ingredientes y sabores que den intensidad y riqueza.
¿Es la clave del 'género Cercas'?
Básicamente se trata de ampliar el campo de operaciones sabiendo que toda novedad no es más que olvido. Lo que hago está en la tradición y la utilizo a mi antojo. Quiero el gran banquete y la carrera de bólidos. No renuncio a nada.
'Soldados de Salamina' no habla de Sánchez Mazas ni 'Anatomía de un instante' de Suárez. ¿Y esta?
Habla de nuestra angustiosa y humillante necesidad de ser aceptados, queridos y admirados. De la incapacidad de conformarnos con la realidad y la necesidad de inventarnos una ficción. De cómo todos somos novelistas de nosotros mismos; todos impostores. De cómo inventamos ficciones de vidas que no soportamos. De nuestra infinita y cobarde capacidad para decir sí a todo.
¿Mediante un coloso de la farsa?
Un tipo normal y extraordinario a la vez. Algo que somos todos y que Marco es a lo bestia, de forma monstruosa. Pongo una lupa sobre la naturaleza humana y todo se agiganta. Vemos cómo Marco lleva a límites perversos eso que somos todos.
¿No soportamos el espejo?
Nadie. No queremos ver cómo somos. Por eso nos maquillamos y adornamos. El impostor del impostor no es Marco; somos todos impostores: escritor, lector y personajes.
La realidad mata, la ficción salva. ¿Ese mantra es la esencia del libro?
Es un leitmotiv. Necesitamos la ficción para vivir. La realidad es dura, pobre y triste. Nos mata. Pero la paradoja es que al final, sólo la realidad nos salvará, aunque aplacemos la cita con la verdad.
¿Le ocurre a Enric Marco?
Hay que leerlo. Es un Picasso, un Messi de los impostores. Inventa una vida de héroe de guerra y víctima del nazismo para sobrevivir. Al final, como Alonso Quijano, quizá solo la quede la realidad.
¿Le juzga?
Al novelista le está prohibido juzgar. Formulo preguntas complejas y el lector juzgará si quiere. Sí trato de entender al hombre y su mentira, pero entender es lo contrario de justificar.
Primo Levi dice que entender es el primer paso para justificar.
Es falso. Él mismo se refuta. El gran narrador del holocausto trata de entenderlo. De no ser así no hubiera escrito esos libros. Creo, además, que las víctimas no tienen la obligación de entender al verdugo. Eso las destruiría. Nosotros estamos obligados a entender las claves del verdugo para evitar que repita su tropelías. Y entender es lo contrario de justificar.
El joven Cercas mintió a su novia 'vendiéndose' como escritor.
La seducción, mostrar la mejor cara a los demás, es una forma de impostura legítima y tolerada. La de Marco es monstruosa e intolerable. Y por eso es más interesante. Es un espejo en el que todos podemos vernos con terrible claridad. Se trata de ver qué hay en Marco de todos nosotros. Eso es literatura, hacer lo particular universal. Es mi objetivo en este y en todos mis libros. Y no hace ninguna gracia saber que eres parte del monstruo, del gran maldito.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.