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La obra de Jonatan Carranza:: LUCAS GARRA
Una obra de espíritu líquido

Una obra de espíritu líquido

El arquitecto y artista urbano Jonatan Carranza ha convertido la escultura del cerdo en una botella

Álvaro Rubio

Sábado, 30 de mayo 2015, 09:07

El cacereño Jonatan Carranza Sojo no ha usado la escultura en forma de cerdo de Luis Martínez Giraldo como un simple lienzo, sino que la ha convertido en un objeto con vida. Como si de una botella se tratase, ha recreado su interior con gotas y líquido en movimiento. Y lo ha hecho así porque la empresa que patrocina su obra para la exposición itinerante Iberian Pork Parade es la distribuidora de alimentos y bebidas Joaquín Tardío.

Este artista urbano, nacido en Madrigalejo, se ha decantado por utilizar spray para su obra, una técnica que se suma a las otras que domina. Maneja el grabado y es arquitecto técnico. De hecho, ha llevado a cabo trabajos como el diseño de la reforma del mercado de abastos de su localidad natal, un edificio neoherreriano.

No es la primera vez que participa en una iniciativa similar en la que se saca el arte a la calle. Hace poco estuvo en el concurso organizado por la Junta de Extremadura con el que se pintaron contenedores de vidrio en diferentes lugares de la región. Él se proclamó campeón del mismo modo que lo ha hecho en otros certámenes donde ha puesto en valor el arte urbano. Precisamente eso es lo que hace junto al colectivo de artistas de Cáceres y Salamanca denominado Alto Contraste.

Carranza también ha hecho exposiciones colectivas en Extremadura y actualmente está participando en un proyecto organizado desde Estados Unidos. Consiste en realizar 15 estampaciones sobre la calaca, figura de calavera o esqueleto que representa la muerte en países como México. Tres de sus ejemplares hechos para esta iniciativa ya se han expuesto en galerías de Ecuador, Colombia e incluso Australia.

De cerdo ibérico a bombona de butano

Una auténtica transformación. Eso es lo que se puede decir que ha experimentado la escultura de Luis Martínez Giraldo tras pasar por las manos de Ignacio Rodríguez-Arbaizagoitia. Con motivo de la exposición itinerante Iberian Pork Parade, ha convertido un cerdo ibérico en una bombona de butano. Con esta obra ha hecho un claro guiño a Butano Teófilo, la empresa que dirige y patrocina la creación.

En este caso, el artista y el patrocinador de la escultura son la misma persona. Ignacio ha querido formar parte de esta iniciativa desde los dos lados. Es una manera de dar rienda suelta a su creatividad y a su afición. «He pintado desde pequeño. Es algo que se me daba bien y empecé a andar por este mundo con la técnica del óleo. Luego aprendí más con el pintor Ángel Luis Pérez Espacio y seguidamente continué el camino yo solo entre pinceladas», comenta Ignacio.

En esta ocasión se ha inspirado en su «querida botella de butano». Asegura que es la mejor expresión de su mundo. Dice que le ha dado un toque pop utilizando el naranja como principal color y el negro. «Como afirma el comisario de la exposición, Gamero Gil, es una obra conceptual», matiza Ignacio, quien destaca que cuando pinta intenta transmitir el espíritu jovial que le caracteriza.

«En la mayoría de las creaciones que hago mezclo colores que expresan las ganas de vivir», detalla tras referirse a las exposiciones que ha realizado. Ha hecho muestras sobre todo en Badajoz, aunque muchas de sus obras, tras ser compradas por extranjeros, han traspasado las fronteras extremeñas.

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