Borrar
Resumen de la corrida del miércoles
El Juli vuelve a impartir magisterio ante los de Garcigrande en su regreso a Badajoz

El Juli vuelve a impartir magisterio ante los de Garcigrande en su regreso a Badajoz

Morante apechuga con el peor lote de la ganadería salmantina y Roca Rey realiza una exhibición de valor en su presentación

Pepe Orantos

Jueves, 23 de junio 2016, 08:10

Cuando Álvaro Montes, peón de confianza de El Juli, irrumpe en el sorteo de una corrida de Garcigrande, el resto de cuadrillas debe temerlo más que a una vara verde. La cantidad de ejemplares de este hierro charro que debe haber enlotado el banderillero gaditano es tal que le tienen que sonar las caras por camadas. Álvaro conoce a los padres, los abuelos, los hermanos y los primos de cualquier toro que aparezca en un corral en una corrida de Garcigrande y es capaz de adivinar el juego que pueden darle a su maestro en la plaza.

FICHA DEL FESTEJO

  • Toros. Cuatro de Garcigrande y dos de Domingo Hernández, bien presentados y justos de casta y fuerza.

  • Toreros. Morante de la Puebla Bronca y división de opiniones; El Juli

  • Plaza. Primer festejo de la feria de San Juan de Badajoz. Tarde calurosa y más de tres cuartos de entrada.

A continuación sale El Juli y demuestra por qué lleva décadas mandando en esto, por qué puede elegir las ganaderías que torea y por qué todos los públicos se rinden ante la enorme facilidad que tiene de cuajar un toro donde los demás sólo son capaces de ver medio.

Morante sin toro

Comenzó la corrida con la expectación que levantaba la comparecencia de Morante en Badajoz, tras su triunfo del año pasado, pero pronto se dio cuenta el de Puebla del Río que el material que había salido por la puerta de chiqueros no iba a dar de sí como para repetir glorias pasadas. Dos capotazos bastaron para comprobar que ni el toro iba a hacer por el torero ni él podría sacarle mucho provecho. Falto de raza y de fuerza, el de Garcigrande indujo a Morante a abreviar el encargo, en una reacción que el público pacense le recriminó de manera inmediata.

Comenzó su labor con la franela el de Puebla del Río con unos ayudados por alto en el tercio, que pronto se demostraron inútiles. Los constantes calamochazos del toro hacían estéril cualquier intención de Morante de desarrollar una faena que no hizo sino empeorar cuando se cambió la muleta de mano y probó el pitón izquierdo.

En cuanto el torero se acercó a las tablas para recoger el acero, con el que debía buscar la muerte de su oponente, los pitos arreciaron en los tendidos y Morante se dispuso a intentar acabar con la muerte del astado. Un pinchazo, una media, dos descabellos fallidos, un aviso, tres pinchazos más y una media muy caída sirvieron de preámbulo para que el primer toro de la feria de San Juan acabara con bronca para el matador y pitos en el arrastre de las mulillas.

Regresaba El Juli a Badajoz con un saludo capotero por verónicas que sirvió de tarjeta de presentación ante un público entregado, que ocupaba en más de tres cuartos de aforo los tendidos del coso de Pardaleras.

El quite por chicuelinas, rematado pon una tijerilla y una revolera acabó de meter a los tendidos en una faena que el madrileño afincado en Olivenza comenzó doblándose con el toro en el tercio hasta acabar esa tanda clavando una rodilla en el albero.

El ejemplar de Domingo Hernández, hierro hermano de Garcigrande, humilló con nobleza hasta posibilitar dos grandes tandas por la derecha, al tiempo que la Banda Municipal de Música de Badajoz ejecutaba el pasodoble a Joselito Bienvenida. Por el pitón izquierdo el toro demostró menos nobleza y buscó al madrileño en un par de ocasiones hasta que este tomó el mando de las operaciones y le arrancó varios naturales de mérito a base de toques secos y firmes de su muleta.

Una tanda por la derecha y un circular culminado con un pase del desprecio sirvieron para poner punto final a una faena, tras la que una estocada caída y trasera le bastó a El Juli cortar la primera oreja de la feria.

El origen de Roca Rey

A pesar de que Roca Rey hizo el paseíllo desmonterado, no era ni mucho menos la primera vez que pisaba el albero de la plaza de toros de Badajoz. Durante meses fue alumno de la Escuela Taurina pacense y en ese mismo redondel comenzó a cuajar los sueños que le han llevado a ser una de las principales promesas del escalafón.

Su quite por cordobinas fue, sin duda uno de los puntos culminantes de una actuación que comenzó a tomar vuelo cuando comenzó su faena de muleta de rodillas en el tercio pasándose muy cerca al segundo de los ejemplares de Domingo Hernández que saltaron ayer al ruedo pacense.

Falto de raza y fuerzas, también demostró que su pitón izquierdo era inviable.

El limeño procedió a acortar las distancias y arrancar derechazo a derechazo todo lo que su enemigo podía concederle.

Un pinchazo y una estocada delantera bastaron para que el animal doblara y Roca Rey saludara desde el tercio tras los pitos en el arrastre de las mulillas.

Salió Morante en el cuarto con todas las ganas de agradar que le había demandado el público en el primero pero se encontró con otro escollo insalvable en el ejemplar de Garcigrande, de nombre Jorobado y 496 kilos de peso que, como su hermano, se negó a embestir a capote y muleta.

Dos esbozos de media verónica dejaron a los morantistas con las ganas de ver algo para lo que deberán espera, otro año, al menos en Badajoz. Al comprobar Morante que el toro echaba la cara arriba con descaro decidió comenzar con la muleta con ayudados por alto, que fueron un espejismo de lo que podría haber sido la faena. Una vez más, la falta de raza impidió al de Puebla del Río sacar más provecho de un toro que tras dos pinchazos, media estocada, un ávido y un descabello acabó con división de opiniones e los tendidos.

El Juli recibió por delantales y administró un quite por tijerillas al quinto que pronto se demostró como el mejor toro del encierro.

El madrileño administró una clase magistral de toreo con la derecha, interpretando de forma exquisita las embestidas del ejemplar de la ganadería salmantina.

Por el pitón izquierdo el toro hizo un par de extraños antes de que El Juli decidiera retomar la muleta con la derecha y alcanzar los puntos culminantes de la tarde con varias tandas en redondo.

Una estocada entera supuso las dos orejas para El Juli acabó con una ovación en el arrastre al de Garcigrande. Al sexto toro Roca Rey lo recibió por delantales y chicuelinas y quitó por tafalleras y gaoneras antes de comenzar una faena en la que el valor marcó cada uno de los lances que intentó el limeño antes de administrarle una estocada que le valió la primera de las muchas orejas que el de Lima va a cortar en la plaza de Badajoz.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy El Juli vuelve a impartir magisterio ante los de Garcigrande en su regreso a Badajoz