Se fuga del club inventando el fallecimiento de sus padres

Los directivos de los equipos de baloncesto, sobre todo los de clubes humildes, experimentan historias extravagantes concernientes a sus fichajes, los viajes de ida sin vuelta, etc. Pero lo vivido hace poco en el Badajoz Baloncesto va más allá. Esperaba la aportación de Gabi Brito, prometedor y polivalente jugador canario -puede ser base, escolta y hasta alero- pero apenas duró días. La excusa para marcharse fue de muy mal gusto. Se inventó el fallecimiento de sus padres, víctimas de un accidente de avión. El club lo entendió, pero resulta que tres días después fue el propio padre del baloncestista quien llamó a uno de los directivos. Lo nunca visto.

Brito, que tenía varias ofertas porque es un jugador muy apetecible, lo fabuló todo porque al final la opción de Badajoz no era la que más le satisfacía. Su baja, ya digerida en el seno de la entidad pacense, hizo mucho daño porque se suponía que era la cuarta pata de la mesa tras los fichajes de los americanos de la NCAA, el retorno de Lorido y alguna incorporación como Cores. «Estamos muy dolidos por lo que hizo. Nos ha dejado tirados y un equipo de niños se ha quedado sin entrenador», señala Fernando Méndez. Brito procede de las canteras del Herbalife Gran Canaria y Unicaja y fue internacional con la selección sub 16.