Primer paso, portería a cero

De su seguridad en el duelo de mañana puede depender la suerte del Badajoz CF en su primer asalto en el camino hacia Segunda B. Tiene valor de ley en el fútbol que en las eliminatorias hay que dejar tu puerta a cero cuando juegas la ida en feudo propio. El central César Morgado es consciente de ello. Sabe que es el primer paso para afrontar con garantías el cruce ante el Haro del Nuevo Vivero (12.00 horas) y que no cabe despiste alguno. «Siempre es una prioridad en casa, pero ahora más que nunca. Debemos estar muy bien en defensa y machacarnos todos porque no se puede permitir que nos marquen. En casa no pueden marcarnos y fuera tenemos que intentarlo como sea», subraya el barcelonés.

Llega la hora de la verdad. Nada de lo sucedido hasta hoy sirve porque es ahora cuando no hay marcha atrás. El Badajoz CF encara este domingo los primeros 90 minutos hacia la categoría de bronce con el recuperado ánimo de un vestuario conjurado para ofrecer su mejor versión, según atestigua Morgado. «El equipo está muy enchufado y al cien por cien. Todos queremos jugar porque será un partido muy bonito, de esos que nadie quiere perderse. Llevamos trabajando todo el año para esto y estamos todos muy mentalizados».

Por lo sucedido durante la campaña, es predecible que César será un fijo en el eje de la zaga. La duda es su homólogo Chamorro, a quien Alcázar ha dejado descansar en la recta final de un campeonato que tenía poco en juego para que superara sus problemas en el pubis. Ya ha entrenado con normalidad y lo único que le falta es ritmo de competición, si bien el técnico tiene la opción, muy seria, de Nieto. «No sabemos quiénes jugaremos. Es difícil porque esta plantilla tiene mucha calidad y sobre todo en el puesto de central. Jueguen quienes jueguen de los tres lo harán con garantías porque los tres somos buenos centrales».

Del rival valora su solidez y su rigor defensivo. «Será un partido intenso, defensivo porque ellos se centrarán en dejar su portería a cero y nosotros no debemos descuidarnos. Es un equipo muy sólido, al que es difícil marcarle. Será intenso y defensivo, pero será un gran partido con un buen fútbol entre dos muy buenos equipos». También tiene buenas palabras para su técnico, Ángel Alcázar, ya que posee la experiencia precisa para dirigir la nave albinegra hacia el puerto deseado. «Te da mucha seguridad que ya haya ascendido con otros clubes. Sabe manejar la fase de ascenso y conoce a la perfección su papel. La verdad, tranquiliza más tenerle en el banquillo». El entrenador, preguntado sobre el partido de mañana, añade que ha avisado a sus pupilos de que cuiden con esmero la contra riojana. «Es un bloque muy sólido que sale muy rápido a la contra. Debemos tener mucho cuidado», sostiene Alcázar.

Más gargantas

La labor de César trasciende de su zona de influencia y llega hasta la misma parcela del campo rival. A su dominio en el juego aéreo ha sumado cierta capacidad de aparecer en momentos oportunos para anotar goles decisivos, aunque lamenta no haber dado un paso más en este aspecto. «El míster confía mucho en mi trabajo y a veces he aparecido en el ataque. Es verdad que he marcado algunos goles, pero esta temporada quería incrementar la cifra y no ha podido ser. Eso me da rabia». Fueron cinco los goles marcados este curso, los mismos que el año anterior.

César se muestra muy respetuodo con la afición futbolera de la ciudad pese a reconocer que le gustaría que el esfuerzo de este plantel tenga más recompensa en forma de apoyo. «A estas alturas es muy importante esa ayuda porque te da un plus en los momentos malos que puedas pasar y te motiva más. Echamos en falta ese apoyo, pero nosotros no podemos manejarlo. Es algo que sólo lo decide la gente y nosotros sólo debemos centrarnos en nuestro trabajo. Ojalá algún día haya en nuestro estadio 2.000 personas animándonos. Los recibiremos de todo corazón». El domingo podría ser un buen día. Gente como él lo merece.