La falta de acierto condena a los aspirantes

Don Benito y Azuaga se descuelgan ligeramente del vagón de privilegiados que amenazaba con poner difícil la cuarta plaza a los favoritos. Ambos equipos, que están desarrollando una más que aceptable campaña, se quedaron ciegos de cara a portería en el Vicente Sanz y pierden de vista a los que tienen por delante. No hay mucha distancia, pero ya una ligera ventaja de puntos es difícilmente recuperable.

Mejor a los puntos el Don Benito, creador de más oportunidades de peligro. Una internada de Patri, por banda izquierda, originó el primer acercamiento, pero el disparo de Isra Centeno lo repelió bien la zaga rival. También la tuvo Moruno, desde la banda contraria, pero su centro envenenado lo sacó a mano cambiada Juanfran.

El Azuaga se desperezó pasado el primer cuarto de hora. Lo hizo con un chut seco y lejano de Escorial que se marchó merodeando la cepa del palo de Víctor Sosa.

No varió la dinámica en la segunda parte. De nuevo Israel Centeno fue el que abrió la lata de las ocasiones con un disparo desde fuera del áera que obligó a Juanfran a una buena intervención.

A los 60 minutos, el Azuaga pidió penalti en una jugada polémica con derribo de Juan Hernández dentro del área. El árbitro no decretó nada. Apareció entonces Kiko Martín para darle picaresca al partido. Una buena jugada individual suya no conectó con Albertino cuando éste se encontraba en una magnífica posición. Asedió el Don Benito en los últimos minutos en busca del gol del triunfo, especialmente a balón parado. En un saque de esquina, Pablo Toledano estuvo a punto de conectar a gol. Algo parecido les pasó a Rubén Fuentes y Juampe tras un centro de Kiko Martín. Faltaba acierto. Pecado mortal.

Vivía el Azuaga de la contra y, en una de ellas, pudo dar la sorpresa. Escorial gana la carrera a Emilio Pinto y el pase interior a Aranda lo desbarata atento Víctor Sosa. También hubo polémica en el otro área cuando a falta de dos minutos, Albertino cayó y pudo ser objeto de penalti. Acabó expulsado Emilio Pinto y el partido en unas tablas que no dejó contento a nadie.