El deporte extremeño se vuelca con Gata

Durante los últimos días, el deporte extremeño no tiene colores, ni banderas, ni rivalidad. Tan solo exhibe un estandarte común, el de la solidaridad con una comarca, la de Sierra de Gata, cuyos enclaves naturales, de alto valor ecológico, están siendo arrasados por un fuego que ya ha consumido más de 6.500 hectáreas, además de producir daños materiales en fincas y viviendas y muertes de animales.

Como vehículo transmisor de valores, el deporte siempre está cuando se le necesita. Y en esta situación no podía ser menos. Conceptos tan arraigados en la pista como los de empatía, cooperación y solidaridad se ponen durante estos días al servicio de los vecinos serragatinos en medio de un ambiente marcado por la impotencia y la desolación.

Cuando Extremadura vuelve a ser noticia por un desastre natural, a lo largo y ancho de toda la geografía regional no hay institución deportiva alguna que no haya mostrado públicamente su solidaridad con los vecinos de Sierra de Gata, quienes desde la tarde del pasado jueves están padeciendo un incendio de monumentales proporciones. Sería prácticamente imposible recopilar todos los mensajes de ánimo procedentes de clubes, deportistas de todas las disciplinas, mandatarios y aficionados.

Algunas entidades, incluso, han ido más allá del mensaje de apoyo y consternación y se han prestado a jugar partidos amistosos con el objetivo de recaudar fondos para las víctimas de un desastre natural que podría haber sido provocado por la mano del hombre, según las creencias de las autoridades regionales. Es el caso del Al-Qazeres en baloncesto femenino o el CD Badajoz en fútbol, quienes han anunciado su predisposición para colaborar con una causa que copa buena parte de la actualidad a nivel nacional.

Tampoco fue ajeno a lo que ocurre en Sierra de Gata el que quizás sea el mayor referente extremeño a nivel internacional, el jugador de la NBA José Manuel Calderón. El base de los New York Knicks, siempre comprometido con los avatares que afectan a Extremadura, mandó ánimos y fuerzas a toda la comarca. De hecho, el propio Calderón pudo respirar el viernes desde la capital cacereña, al igual que todos los vecinos de la ciudad, el humo procedente de una tragedia que aún se sigue fraguando a 100 kilómetros en dirección norte. Buena prueba de la magnitud del incendio.

También ha tenido palabras de ánimo la nueva directora general de Deportes de la Junta de Extremadura y aún judoka de élite, Conchi Bellorín, quien agradeció el trabajo realizado a todos los voluntarios que están participando en las tareas de extinción. El deporte extremeño, al unísono, hace frente común.