Borrar
Kini Carrasco conserva la cinta del Campeonato de Europa de larga distancia. :: A. Méndez
«Es una suerte que mi cuerpo esté respondiendo»

«Es una suerte que mi cuerpo esté respondiendo»

A sus 51 años, el paratriatleta Kini Carrasco vive uno de los mejores momentos de su trayectoria, con ocho metales en cuatro meses

J. CEPEDA

Domingo, 12 de junio 2016, 09:18

«Ahí vino la vida». La afirmación es de Kini Carrasco (Cáceres, 16 de enero de 1965) y hace honor a una paradoja vital a la que se agarran muchos de los que hoy pasan por una situación similar a la que él padeció. En efecto, la sencilla pero contundente declaración del ahora triatleta cacereño es la sentencia de un recuerdo imborrable, el de un miércoles que nunca olvidará, concretamente el del 30 de enero de 1985. Aquella mañana en la que iba en moto a pescar con un amigo sobre las 08.00 horas, un Renault 5 les envistió. Un accidente por el que Kini Carrasco perdió su brazo izquierdo.

TEMPORADA 2016

  • Oro. Duatlón de Alcobendas.

  • Oro. Duatlón de Alcobendas.

  • Oro. Campeonato de Extremadura Paratriatlón (Torrejoncillo).

  • Oro.

  • Campeonato de España Duatlón larga distancia (Orihuela).

  • Oro. Campeonato de España Duatlón (Cerdanyola).

  • Oro. Campeonato de Europa Duatlón (Kalkar).

  • Oro.

  • Cto. de Europa Duatlón larga distancia (Copenhague).

  • Bronce. Evento Nacional de Paratriatlón (Águilas).

  • Bronce. Mundial de Duatlón (Avilés).

Por entonces tenía 20 años y había dedicado su juventud al baloncesto, jugando primero en las categorías inferiores del Cáceres y luego con el primer equipo de la mano de Jesús Blanco. Fue a partir del accidente cuando nació el germen del actual Kini Carrasco, primero en el atletismo y más tarde en el triatlón: «Fue improvisado. A los 6 meses ya había cogido un peso que no era normal. Pasé de entrenar cinco días a la semana a no entrenar nada. Empecé a correr como un corredor popular, hasta que descubrí el deporte paralímpico. Hablando con Lárazaro García, que en mis 20 primeros años de trayectoria fue mi entrenador, y al que le debo mucho, me dijo que podíamos preparar la prueba de 100 metros. Esto era en el año 1986 y al año siguiente corrí mi primer campeonato de España. En 1988 hice mínima para ir a Seúl».

Seúl, Barcelona y Sídney fueron los tres Juegos Paralímpicos donde el deportista cacereño defendió los intereses del equipo nacional. Sin embargo, a Kini le queda la espinita de Atlanta 96, para los cuales consiguió mínima, aunque finalmente no fue seleccionado por decisión técnica. Un momento que recuerda como uno de los más amargos en toda su trayectoria: «Fue un palo grande. Me planteé dejarlo. No lo hice porque deportivamente estaba bien y recibí el apoyo de todo el mundo. Me consta que el entonces presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, llamó al presidente de la Federación Española de Atletismo diciendo que si el motivo era económico él correría con los gastos».

Afortunadamente, los momentos buenos superan con creces a los más oscuros en toda su amplia carrera. ¿Con cuál de ellos se quedaría Kini Carrasco? «Recuerdo con mucho cariño la final de 100 metros lisos Barcelona 92, aun lesionándome en esa carrera. Ver a 45.000 personas en el estadio olímpico aplaudiendo cuando sale tu nombre y tu fotografía en el marcador electrónico es especial. También tengo buenos recuerdos del récord del mundo del 4x100 con el equipo nacional y del bronce del pasado domingo en el Mundial de Avilés. Aunque no pude ganar, como en 2014, estuve a un minuto de los dos primeros. Está siendo un muy buen año y es toda una satisfacción».

A sus 51 años, esta temporada Kini Carrasco lleva conseguidas ocho medallas en otras tantas competiciones, entre las que destacan dos títulos de campeón de España, otros dos de Europa y el reciente bronce en el Mundial de Avilés. ¿Esperaba rendir a este nivel? «La verdad es que no, aunque sí esperaba estar bien. Con Jéssica Rodríguez he mejorado muchísimo, tanto en el agua como en la bicicleta. Y los resultados se notan. No esperaba tanto, y menos teniendo que pegarme con chavales de 29 o 30 años. Soy el abuelo, como ellos me llaman, pero ahí estoy, manteniéndome a su mismo nivel. Es una suerte que mi cuerpo esté respondiendo como lo está haciendo». Carrasco compagina su entrenamiento con su labor de formador de opositores a policías y bomberos y la dirección de clases colectivas en el gimnasio Sottoterra de la capital cacereña.

Para él, el deporte «es algo que integra a cualquier persona, con discapacidad o sin ella, dentro de una sociedad, de un grupo y de un ámbito. Al gimnasio se viene a entrenar, pero también es algo social. A nivel de la discapacidad, es un buen método de integración porque nos enseña a luchar cada día por progresar, no solo en el deporte, sino en la vida diaria».

Muy activo en las redes sociales, el paratriatleta cacereño es consciente de su repercusión: «Algunos de tus comentarios pueden ayudar a que personas que pasan por tu misma situación piensen de una manera distinta y más positiva».

Su próximo reto será hoy domingo en el Campeonato de España de media distancia. Sin posibilidad de ir a competir en Río, al no haber sido incluida su categoría PT3, aún tiene la opción de asistir a Brasil como miembro del cuerpo técnico del ente federativo español.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Es una suerte que mi cuerpo esté respondiendo»