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A. CALERO
Martes, 9 de diciembre 2014, 07:47
Los ojos marrones y tristes de Leyla reflejan una historia amarga que tiene un final abierto. Esta perra braca alemana de entre 6 y 8 años fue abandonada en Don Benito cerca de la avenida de Badajoz. Un viandante dio el aviso y el lacero de la perrera municipal se encargó de llevarla hasta este lugar de acogida ubicado en la granja educativa El Mansegal.
El animal se encuentra enfermo, pues tiene un bulto de gran tamaño que apenas le deja caminar. Hace más de una semana, el veterinario confirmó que se trataba de un tumor mamario, aunque después de realizar una prueba no pudo determinar si era maligno o benigno.
Una de las posibles soluciones que sugirió el experto fue operarla, eliminarle el tumor y realizar una biopsia para determinar el grado de la dolencia. Ante este diagnóstico las voluntarias de la perrera se pusieron manos a la obra para conseguir que Leyla disfrutara de la oportunidad de ser curada, teniendo en cuenta que el presupuesto de la cirugía ascendía a unos 300 euros.
Cadena solidaria
Mari Cruz Roiz es una de las seis personas que cuidan altruistamente a los canes. Entre otras labores, ella se dedica a la difusión de las necesidades que surgen en el recinto y fue la que inició una colecta comunitaria a través de las redes sociales para poder realizar la operación y encontrar una casa de acogida durante el período de convalecencia.
Según cuenta, la recaudación funcionó bien. «Logramos rápido los 300 euros, todos de personas de a pie, ninguna asociación. Algunos vecinos dejaron el dinero en El Mansegal aunque la mayoría de las aportaciones son del resto de España e incluso de Alemania», asegura.
La suerte no estuvo de cara para encontrar nuevo dueño, pero a través de la asociación protectora de animales Perrikus, situada en la sierra norte de Madrid, se ha abierto un rayo de esperanza. Mañana Leyla será operada allí. «Rezaremos para que el tumor sea benigno. Si no fuera así y está en fase 1 o 2, le harán los tratamientos oportunos y seguiríamos pidiendo ayuda; si está en fase 3, ya contemplaremos otras opciones», indica Mari Cruz. Después de la intervención, Perrikus buscará un hogar para Leyla en la capital o alrededores
La voluntaria cree que la sociedad se va concienciando del respeto hacia los animales, aunque todavía queda trabajo por hacer. «Muchos perros son adoptados en Don Benito y son muy felices pero hay otros dueños que dejan mucho que desear, los atan con correa corta y les echan de comer pan duro», manifiesta.
Lennon, un mastín cojo
La situación de Leyla no es aislada. En 'El Mansegal' espera Lennon, que es un mastín con los ligamentos y tendones de una pierna rotos. Hasta allí lo llevaron «unos señores de La Haba» que, según decían, el perro no tenía amo y se metió en una finca donde atacaba a las gallinas. Mari Cruz duda de esta versión. «Muchas veces los dueños traen a perros que están lastimados y cuentan historietas para que los acojamos, pero al ser un sitio municipal, tenemos que atenernos a las normas y no podemos entrar y sacar perros como quisiéramos», narra.
Al igual que la draca alemana, este perro con apellido de Beatle será trasladado en breve. «Quizá a una casa de acogida en Francia porque los mastines son de difícil adopción. A las tres semanas de ser operado, viajará», apunta la encargada, quien hace un llamamiento a la responsabilidad de los que tienen mascota porque, como demuestran estos dos casos, en ocasiones, el hombre es el peor amigo del perro.
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