Vara promete diálogo

Guillermo Fernández Vara, puño en alto, compareció al filo de la una de la madrugada, preso de la prudencia, para anunciar cuando se supo ganador que «en Extremadura la política va a cambiar». Conjugó todas las variaciones del verbo dialogar, después pronunció el verbo «hablar» hasta cuatro veces seguidas y subrayó la palabra «esperanza» para remarcar las claves de su actitud para gobernar durante los próximos cuatro años. En la sede del partido anoche en Mérida, arropado por los militantes, eufóricos, el líder socialista se refirió indirectamente al gobierno anterior y manifestó que va a «erradicar la arrogancia», que a partir de ahora «la ética pública va a sustituir a la estética», y añadió que al gobierno extremeño van a llegar ahora la decencia y la honestidad.

En realidad, sus primeras palabras fueron para pedir respeto hacia los adversarios políticos, tanto para los que han perdido las elecciones como para las fuerzas políticas emergentes que acaban de entrar en la Asamblea. Vara no quiso hablar de contactos en los próximos días con el resto de formaciones, pues no tiene la mayoría absoluta, pero sí prometió que esas reuniones serán «públicas y publicadas».

Algo ronco al final de una jornada intensa, el candidato del PSOE, el gran triunfador de la noche, señaló que entre sus prioridades ahora está acabar con la pobreza alimentaria y energética.

Después inició un discurso en clave socialista. «Vamos a luchar para que la cuna y la cuenta corriente de sus padres no marquen la vida de nadie», declaró. También, como ha reiterado numerosas veces esta campaña, se volvió a comprometer para que Extremadura sea una comunidad libre de desahucios; y mencionó a los bancos para insistir en que «no acepto vivir en un país que tenga dinero para rescatar a los bancos y no para rescatar personas».

Empresarios y autónomos

El más que posible presidente de la Junta anunció además que protegerá a las empresas extremeñas y prometió un encuentro en breve con empresarios y autónomos para marcar la línea a seguir de su ejecutivo si finalmente en investido como se prevé. También se acordó de las mujeres, lo que provocó un gran aplauso en la sala.

Fernández Vara se comprometió a luchar a favor de la libertad de información. «Uno de mis objetivos preferentes será que Extremadura sea un lugar donde los periodistas se sientan libres», dijo mientras un centenar de militantes gritaban 'ista, ista, ista, Extremadura socialista».

Preguntado sobre cómo interpretaba que muchas poblaciones de la región volvieran a manos del PSOE, Vara solo dijo que «han sido cuatro años muy duros en los que hemos trabajado en silencio».

Unos minutos antes Monago había comparecido y reiteró su compromiso de que apoyará que gobierne la lista más votada. Acerca de esta cuestión, Vara señaló que ahora lo que necesitamos es sumar fuerzas.

Fernández Vara llegó a la sede del PSOE regional en Mérida poco antes de las nueve de la noche acompañado de su mujer y su hijo. Ya había varios diputados allí, como su portavoz parlamentario Valentín García.

Alcalde de Mérida

Después el goteo de compañeros fue incesante y también se vio a las diputadas nacionales socialistas Pilar Lucio, Leire Iglesias o Marisol Pérez junto a Ignacio Sánchez Amor, que llegó más tarde. El primer estallido de júbilo ocurrió sobre las doce menos cuarto, cuando entró por la puerta Antonio Rodríguez Osuna, del que se sabía ya que será el próximo alcalde de Mérida apeando al PP del poder.

Media hora después salió Vara de su despacho para recibir la gran ovación de una noche electoral que vuelve a dar un vuelco político a Extremadura con un escenario parlamentario diferente, aunque a priori más llevadero para la lista más votada.