Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 30 de marzo, en Extremadura?
Miguel Bas tiene 29 años y es bioconstructor. :: Jorge Rey
Un iglú en la dehesa
UN PAÍS QUE NUNCA SE ACABA

Un iglú en la dehesa

Miguel Bas enseña a construir domos bioclimáticos en Extremadura

J. R. Alonso de la Torre

Martes, 17 de junio 2014, 07:42

Arriba y abajo. En las casas de los pueblos extremeños, las de toda la vida, las de muros muy anchos, paredes encaladas y dos alturas, ya ha comenzado el trasiego estacional: las familias han cogido sus enseres y se han mudado al piso de abajo. En invierno, arriba. En verano, abajo. Es lo que manda la tradición y el sentido común. «Es que las casas extremeñas de pueblo son bioclimáticas, están bioconstruidas. Es decir, se levantaron con materiales de la zona, naturales y saludables», explica Miguel Bas el carácter ecológico, sin saberlo, de nuestras viviendas tradicionales.

Miguel Bas tiene 29 años. Aunque vive en Madrid, es oriundo de una zona donde la bioconstrucción es norma: las Alpujarras granadinas, adonde sus antepasados llegaron desde Levante para repoblar la comarca tras la expulsión de los moriscos. Miguel era un muchacho madrileño que, como muchos, estudiaba su carrera y, como unos pocos, la compatibilazaba con un trabajo: era delineante en una empresa importante. «Hacía planos de plataformas petrolíferas. Tras un viaje a la India con mis padres, reparé en cómo allí eran felices con lo básico y descubrí que me estaba equivocando de camino», narra.

El caso es que dejó la empresa y decidió vivir de una manera más coherente y concienciada. Y lo primero fue construirse una morada. Lo deslumbró un vídeo del arquitecto iraní Nadher Kalhili. «En él explicaba cómo había levantado bioconstrucciones antisísmicas para refugiados iraníes damnificados por los terremotos. Después fue contratado por la NASA con el fin de hacer unos proyectos de viviendas para la Luna y para Marte. Su método de construcción se llama súper adobe y me convenció», detalla Miguel.

El súper adobe consiste en sacos alargados rellenos de tierra que se van colocando en círculos concéntricos, uno sobre otro. Se construyen así unas viviendas con bóveda, una especie de iglúes que mantienen el calor en invierno y el frescor en verano. La clave es la tierra, que absorbe el calor durante el día y lo suelta durante la noche. «El adobe recoge entre un 50 y un 60% de la humedad del ambiente, unos 6 litros al día, algo que no hace el ladrillo. A tres metros bajo tierra, la temperatura siempre es la misma, entre 15 y 20 grados, de ahí la importancia de las bodegas y las ventajas de las casas semienterradas», informa el joven bioconstructor.

En España, hay pueblos como Amayuelas de Abajo, en Palencia, adonde se han ido a vivir ciudadanos que han levantado urbanizaciones de casas ecológicas con glorias (conductos subterráneos por donde circula aire caliente proveniente del fuego) y paneles solares. En otras regiones, caso de Extremadura, el movimiento de la bioconstrucción toma forma.

«En una reunión de Rurales Enredados que se celebró en Capdesaso (Huesca), conocí a gente extremeña mientras daba un curso de súper adobe. A raíz de ese encuentro, me he venido a una finca entre Cáceres y Trujillo y estamos levantando una casa bioclimática con este método», cuenta Miguel (más fotos en hoy.es).

Estas casas se suelen construir de manera colectiva. «Impartimos cursos de súper adobe y si alguien quiere levantarse una casa, invita a otros a ayudarle por la cama y la comida a la vez que se aprende la técnica». En septiembre, en esa finca situada entre Cáceres y Trujillo, Miguel Bas impartirá un curso para aprender la técnica de la bioconstrucción con súper adobe. Dura diez días seguidos (200 euros) o tres módulos de fines de semana largos (85 euros módulo). El curso incluye dormir en la finca o, por 30 euros más, dormir en una casa.

«Estos cursos no tienen ánimo de lucro, sino de formar para empezar a construir casas o domos de manera colectiva. Serán casas con su licencia, etcétera. Y al ser entre todos, salen mucho más baratas que las convencionales», calcula Miguel al tiempo que facilita la dirección de su blog, donde se detallan las claves de la bioconstrucción y de sus cursos: moradasdetierra.wordpress.com.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Un iglú en la dehesa